Las espectaculares imágenes del derrumbamiento de ayer en la AP-8 recuerdan a otro impactante desprendimiento, el que sufrió esta autopista, a su paso por Deba, el 20 de diciembre de 2005. Entonces, una ladera se vino abajo provocando un espectacular desprendimiento de tierra y rocas que sepultó tres de los cuatro carriles de la autopista afectando a cinco vehículos (tres turismos y dos camiones) que quedaron destrozados, sin que milagrosamente se produjeran muertos ni heridos de gravedad.

El suceso ocurrió a primera hora de la mañana en el kilómetro 52,5 de esta autopista, en dirección a Bilbao. En ese momento, la ladera situada a la derecha de la calzada, a la altura del ato de Itziar, se vino abajo, cayendo toneladas de tierra y rocas que arrastraron todo los que había a su paso y sepultaron los dos carriles en dirección a Bilbao y otro más en dirección a Donostia cubriéndolo todo de una gran polvoreda que provocaron aún más caos en los primeros momentos. Entonces, en plena ola de frío, los expertos culparon a la lluvia, el frío y el hielo formado del derrumbe de un talud que había permanecido estable 30 años, un hecho “aislado e imprevisible” que, sin embargo, advertían, “no significa que no pueda volver a ocurrir, aunque no sería lo normal” y remarcaban por ello la importancia de mantener “un buen plan de seguimiento de los taludes de esta autopista para minimizar el riesgo”. - N.G.