DONOSTIA- Los insectos, ratones y otras plagas que rondan las calles de cualquier ciudad o pueblo están siempre sometidos al control de ayuntamientos y empresas especializadas. El bienestar de los vecinos y el respeto al medio ambiente son dos de los aspectos fundamentales que el sector del control de plagas debe tener en cuenta en la actualidad. Por eso, las empresas especializadas apuestan cada vez más por tratamientos basados en la tecnología, reduciendo el uso de productos químicos.
Uno de los valores diferenciales de Anticimex son los sistemas digitales de control de plagas. ¿En qué consisten exactamente?
-Anticimex lleva desde 1934 en el sector y siempre se ha caracterizado por innovar y crear nuevas soluciones, como los dispositivos Anticimex Smart, un sistema basado en la tecnología y respetuoso con el medio ambiente porque no utiliza productos químicos. Es un servicio de valor añadido para ciudades y municipios que buscan mejorar la calidad de vida de sus vecinos, ya que encaja a la perfección con el modelo de smart cities que está tan en auge ahora.
¿Cuál es la característica distintiva de los dispositivos utilizados?
-Creo que la característica distintiva de los dispositivos smart es la eficiencia. Se trata de dispositivos inteligentes, que se pueden monitorizar digitalmente y en tiempo real. Estos sistemas, aparte de practicar capturas, recopilan datos constantemente de la actividad e información del entorno, lo que nos permite saber mucho más sobre las plagas, su comportamiento y evolución. Otra de las ventajas es que disminuyen los desplazamientos de los técnicos y las inspecciones periódicas. En consecuencia, supone también un ahorro de costes y menor emisión de CO2.
Usted lleva mucho tiempo trabajando en el sector. ¿Cómo ha evolucionado a lo largo de los últimos años?
-Empecé en 1999 y puedo decir que he visto un gran cambio, en parte provocado por las normativas de salud pública y también por la adaptación del propio sector. En Anticimex hemos sido pioneros en apostar por la innovación y el uso de la tecnología y, sin duda, el sector de control de plagas necesita adaptarse a la nueva realidad tecnológica en la que vivimos. Creemos que invertir en I+D es el camino para superar los retos a los que se enfrenta el sector. De hecho, el Grupo Anticimex cuenta con una planta de investigación puntera en Dinamarca para el desarrollo de tratamientos específicos y nuevos servicios digitales de control de plagas.
¿Cuál es el perfil más habitual de cliente que se pone en contacto con Anticimex?
Tenemos como clientes a empresas de todos los sectores y organismos del sector público, como ayuntamientos o instituciones. Los ayuntamientos, por ejemplo, necesitan servicios para actuar contra todo tipo de plagas: aves, insectos, roedores, etc. Durante el último año, en Anticimex hemos colaborado con varios ayuntamientos y diputaciones forales en Euskadi. En Bilbao, por ejemplo, ya estamos trabajando junto con las correspondientes áreas municipales en soluciones para el control digital de roedores en el alcantarillado sin uso de biocidas. Además, hemos sido adjudicatarios de un contrato con la Diputación Foral de Gipuzkoa que engloba más de 20 ayuntamientos.
¿Es habitual entonces que los ayuntamientos requieran este tipo de servicios? Una vez que se ponen en contacto con su empresa, ¿cuál es el protocolo de actuación a seguir?
-El control de plagas es una actividad que todos los municipios deben tener en cuenta, aunque en muchas ocasiones se realiza sin que la mayoría de la población sea consciente. Lo más importante es saber cuáles son las necesidades de nuestro cliente o, en este caso, del área del ayuntamiento a tratar. Realizamos una inspección del entorno, analizamos los puntos críticos y, en función de los resultados, aplicamos la solución más adecuada. Hay plagas que no solo pueden provocar importantes pérdidas económicas y de imagen, sino también afectar a la salud pública. Por eso es fundamental actuar con rapidez y profesionalidad. Siempre se diseña la solución más adecuada, respetando al máximo la salud de las personas y con el mínimo impacto ambiental.
Por su experiencia en el sector, ¿en qué casos es aconsejable la instalación de dispositivos de control con este tipo de tecnología? ¿Qué ventajas aporta?
-Desde mi experiencia, esta tecnología ha marcado una gran diferencia en el control de plagas urbanas y los resultados han sido muy positivos. Anticimex Smart controla digitalmente las plagas 24 horas al día y 7 días a la semana mediante el uso de nuevas tecnologías y la aplicación de soluciones sostenibles sin uso de plaguicidas. Personalmente, lo recomendaría a cualquier tipología de clientes, tanto del sector público como privado.
Supongo que en todos estos años trabajando habrá visto situaciones de todo tipo. ¿Cuáles son las plagas más frecuentes a las que hacen frente?
-En Anticimex combatimos todo tipo de plagas, depende mucho de la zona y de la época del año, aunque el control de roedores y cucarachas es una de las peticiones más habituales por parte de instituciones públicas y empresas. Precisamente por esta razón, el servicio Smart controla digitalmente tanto las plagas de roedores como de insectos.
¿Existe mucha competencia en este sector?
-La industria del control de plagas ha crecido en los últimos años, en parte debido a la mayor concienciación de los problemas derivados de estas. En el caso de Anticimex, en 2017 registramos un crecimiento superior al 20%. La clave de este crecimiento está en la inclusión de las soluciones inteligentes, basadas en la tecnología y sin usar productos químicos. Nos sentimos orgullosos y seguros de estar ofreciendo un buen servicio que nos diferencia de otras empresas del sector.
Sobre el tema de los productos químicos, que cada vez preocupa más a la población, ¿existe alguna legislación medioambiental que regule el tratamiento de control de plagas y cómo afecta esta al tipo de productos a utilizar?
-Es un tema cada vez más regulado a nivel europeo y también en cada país. Actualmente, por ejemplo, hay un cambio muy significativo en los registros de los productos rodenticidas que se usan para el control de roedores, reclasificándose todos ellos como tóxicos para la reproducción. Por ello, se restringe el uso permitido y no se contempla su utilización de forma preventiva, por lo que solo podrán ser usados si existe evidencia de infestación por roedores y durante un plazo máximo de 35 días. Esto significa un cambio en el servicio de control de plagas que se venía realizando hasta la fecha. La tendencia general, y lo que hacemos en Anticimex, es apostar por la investigación y la tecnología para saber más de las plagas y encontrar la manera de tratarlas sin afectar al medio ambiente.
¿Hacen también trabajo de prevención? ¿Qué consejos nos daría ante un problema de plagas?
-Las medidas de prevención pueden variar en función de cada plaga, pero, en general, una detección precoz de la plaga y una rápida actuación evitan que se pueda descontrolar. Gracias a la solución Smart, de control digital de plagas 24/7, disponemos de una monitorización de los dispositivos a tiempo real que permite realizar un seguimiento exhaustivo del número de capturas, grado de infestación por zonas y curvas de tendencias, pudiendo actuar de manera proactiva.