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Gipuzkoa habilitará dos nuevos pisos para personas sin hogar

El proyecto Hábitat Gipuzkoa quiere disponer de otras cinco viviendas cedidas en el territorio

Gipuzkoa habilitará dos nuevos pisos para personas sin hogar

donostia - “Tuve problemas con las drogas y me apunté en todos los sitios que pude, como el Servicio Municipal de Urgencias Sociales o Rais Euskadi. Quería una vida más digna que estar ocho años en la calle”. Michel Apeztegia, donostiarra de 58 años, es uno los elegidos para recibir una vivienda gracias al programa piloto Hábitat Gipuzkoa, que, siguiendo el modelo Housing First, busca dar un hogar a personas que viven en la calle.

Su nuevo hogar, ubicado en el barrio de Intxaurrondo, consta de una habitación y un salón-comedor, decorado con todo tipo de merchandising de la Real. Apeztegia trata de llevar “un día a día normal, como todo el mundo”.

El diputado general, Markel Olano, la diputada de Políticas Sociales, Maite Peña, y la directora de Rais Euskadi, Alejandra Puente, visitaron ayer por la mañana la casa de Apeztegia, uno de los cinco pisos cedidos hasta el momento por el Ayuntamiento de Donostia, dentro del Plan Elkar-Ekin de Inclusión Social de Gipuzkoa.

Hábitat Gipuzkoa quiere disponer de un total de diez viviendas. En los próximos meses, a los cinco pisos cedidos les seguirán otros dos en dos localidades del territorio, “para dar continuidad al proyecto”. Olano calificó positivamente los resultados de la iniciativa, en la que “el cien por cien de los participantes ha permanecido en la vivienda que les facilita el programa un año después de su entrada”, hecho que motiva a la Diputación a seguir apoyando el proyecto.

Por su parte, Apetezgia, se mostró “encantado” con el trato que está recibiendo, tanto dentro del programa como por parte del vecindario: “No veo ninguna mala cara, todos me saludan con normalidad. Incluso si necesito algo me han ofrecido todo tipo de cosas. Además, me encuentro de maravilla, tengo amigos por el barrio”. Apeztegia suele aprovechar su tiempo para dar paseos por los parques y vivir “de una forma más digna”.

La iniciativa busca dar una vivienda a personas en situación de exclusión residencial para generar “una red social de apoyo que les permita salir de su dura situación”, en palabras de Puente. Asimismo, los beneficiarios son personas con muchos años viviendo en la calle, gran deterioro, adicciones o problemas de salud mental.

No obstante, las personas seleccionadas deben cumplir cuatro requisitos obligatorios: una convivencia normalizada con los vecinos, una visita semanal del profesional del proyecto, participar en la evaluación de la iniciativa y, en caso de contar con ingresos, contribuir con el 30% de ellos al desarrollo del programa.

La Diputación realiza la evaluación periódica de la iniciativa con la ayuda de Rais y el Consistorio donostiarra. El programa comenzó con un plazo de cuatro años y una inversión de 30.000 euros. De esta forma, el Departamento de Políticas Sociales y el Servicio Municipal de Urgencias compusieron una lista de 20 candidatos que optaban a participar. Las personas seleccionadas tienen una edad media de 49 años en el caso de los hombres y 41 en el de las mujeres.

Todos los domicilios están provistos de un mobiliario, utensilios y enseres básicos, los cuales pueden ser personalizados al gusto de cada participante. Asimismo, otras entidades sociales como Tinko, Emaus y Remar se encargan de la limpieza y el acondicionamiento de las viviendas.

Puente añadió que ya se han visto cambios en la vida de los participantes como “empadronamientos en su vivienda, acceso a la Renta de Garantía de Ingresos, vinculación con la comunidad, tratamientos de salud mental o reducción de consumos de alcohol”, si bien “son personas que vienen de vivir largos periodos en la calle y con muchas carencias y falta de habilidades de relación”.