donostia - La capital guipuzcoana amaneció gris y fría, pero pronto fue adquiriendo un color rosa intenso de la mano de la marcha que Katxalin, ya en solitario, organiza para recabar fondos con los que contribuir a la investigación para luchar contra el cáncer de mama.
Ni los pronósticos meteorológicos más adversos lograron que se quedaran en casa los grupos de amigos y amigas y las familias que salieron ayer desde los jardines de Alderdi Eder. Tanto es así que, contra viento y marea, Katxalin consiguió agotar los 4.000 dorsales preparados para la ocasión.
A la cita no faltaron los representantes institucionales, como el alcalde de Donostia, Eneko Goia (que acudió al inicio de la marcha con sus hijas), la concejala de Acción Social, Aitziber San Roman; la diputada foral de Políticas Sociales, Maite Peña, y la presidenta de las Juntas Generales, Eider Mendoza.
Amonas con hijas y nietas, acompañadas incluso con mascotas ataviadas con camisetas o pañuelos rosas; cuadrillas de amigos llegadas de distintos puntos del territorio, que reivindicaban con orgullo su procedencia, niñas y niños... La marcha rosa avanzó ayer sin pausa pero sin prisa poniendo su granito de arena, que se tradujo en un cheque de 2.500 euros, en la lucha contra el cáncer de mama.
Pese a encontrarse “fastidiada” y ayudada por una muleta no quiso faltar a este encuentro solidario Txaro Beobide, presidenta de Katxalin. “Encargamos siempre el buen tiempo pero a veces no llega, pero emociona ver la respuesta de la gente pese a todo ”, señalaba sonriente sentada en un banco frente al Ayuntamiento . “Es importante que se nos vea, que las mujeres sepan que estamos ahí”.
Y Gipuzkoa respondió, una vez más, a la llamada de Katxalin.