donostia - La divina providencia quiso que no pasase nada. El puente que une los polígono industriales de Lastaola y Epele, en Hernani, se hundió en la mañana de ayer, hacia las 7.20 horas, después de haber permanecido cerrado al tráfico tres días por precaución. Según ha podido saber este periódico, un equipo de mantenimiento eléctrico detectó esta misma semana “unas grietas raras” y “trozos de hormigón desprendido” en el puente, que es uno de los accesos a la fábrica que la empresa de ascensores Orona tiene en Hernani, y que a diario recibe a cientos de trabajadores.
Las grietas detectadas durante la inspección del equipo de mantenimiento eléctrico, alertaron a las autoridades, que decidieron su cierre por precaución, mientras un equipo técnico de la ingeniería LKS trataba de determinar las causas del deterioro y su posible solución. El derrumbe, solo tres días después, fue una sorpresa, según ha podido saber este periódico.
Parte del viaducto, que sirve para el acceso de tráfico rodado y de peatones, cayó sobre el cauce del río Urumea, sin que se registrasen heridos. La Agencia Vasca del Agua, URA, por su parte, explicó en un comunicado ayer por la tarde que el tablero del puente derruido genera una “evidente reducción de la sección hidráulica en este tramo del Urumea lo que, en caso de que el caudal aumente, podría generar un incremento adicional del nivel del río” aguas arriba.
Por este motivo, URA envió al lugar dos excavadoras, que comenzaron a picar el tablero en la parte central del río y a retirar los escombros que se generen. Según la agencia del agua, se trató de una “actuación de urgencia en auxilio del propietario del puente para permitir que las aguas fluyan libres en ese tramo del Urumea de nuevo lo antes posible y evitar posibles recrecimientos artificiales y elevaciones del nivel del agua”.
“No obstante, el derribo y la retirada total de los escombros que se generen requerirá de una actuación con una duración mayor. El Ayuntamiento de Hernani ya había advertido del cierre del puente.