donostia - Una presunta violación, un delito por robo y dos arrestados. Los tres, tanto la víctima como los agresores, menores de edad. La Aste Nagusia de Donostia vivió ayer uno de esos días que nadie desea, en los que se mezcla la repulsa y un indisimulable hartazgo, tanto de las instituciones como de la ciudadanía. La denuncia por estos hechos ocurridos en la playa de La Zurriola se interpuso a las tres de la madrugada de ayer, según confirmó a este periódico la Guardia Municipal. Los dos menores arrestados pasaron por la tarde a disposición judicial.

Todo ocurrió poco después de que finalizara la noche DJ en la terraza Urumea del Kursaal, evento que congrega a cientos de adolescentes en el marco de una Aste Nagusia que hoy concluye con un triste saldo de cuatro episodios en los que se han registrado agresiones a mujeres.

La presunta violación tuvo lugar durante uno de los días del año de mayor despliegue policial. Además del servicio ordinario por parte de la Ertzaintza y la Guardia Municipal, el dispositivo incluía a cuatro agentes dentro del propio evento festivo del Kursaal y otras tantas parejas en el entorno del paseo, como Sagüés y otros enclaves cercanos frecuentados durante la noche. La intensa vigilancia no pudo evitar la presunta violación. Los agentes encargados del caso tratan de esclarecer las circunstancias en las que ocurrieron los hechos registrados de madrugada en el entorno festivo. Al parecer, según fuentes de la investigación, todo habría comenzado cuando uno de los arrestados se aproximó a la víctima a pedirle fuego y, tras entablar conversación con la chica, se la habría llevado a la zona del espigón de la playa de La Zurriola, donde se habría consumado la violación.

La investigación abierta trata de aclarar si, tras la agresión, dos personas más se acercaron a la menor “forzándole contra su voluntad”, aprovechando su situación de vulnerabilidad. Un grupo de personas que se encontraban en la zona fueron testigos de que “algo raro estaba ocurriendo” y no tardaron en dar cuenta de lo sucedido a la policía.

Testigos presenciales ofrecieron las descripciones de los presuntos autores, y la pronta actuación policial dio resultados de inmediato, con la detención de tres sospechosos. Uno de los arrestados, al parecer, portaba un iPad que le había robado a la joven agredida sexualmente. Gracias a la “coordinación policial” entre la Ertzaintza y la Guardia Municipal uno de los menores fue arrestado cuando se cambiaba de ropa en las inmediaciones de la estación de autobuses.

secreto de sumario Como consecuencia de la denuncia interpuesta ante la Policía Municipal, los tres, dos menores y otro de 19 años, permanecieron detenidos durante la mañana de ayer en las dependencias policiales de la Guardia urbana, encargada de investigar la supuesta agresión sexual. El caso se encuentra bajo secreto de sumario. La confusión inicial en torno a lo ocurrido dio rienda suelta a primera hora de la mañana a diferentes hipótesis, e incluso se llegó a barajar una violación grupal que desmintieron desde el Consistorio.

Según ha podido saber este periódico, la menor pudo ser abordada por el joven que presuntamente la violó y posteriormente por una segunda persona. En ningún momento actuaron de común acuerdo, y se descarta que tuviera implicación en los hechos el joven de 19 años, que fue puesto en libertad por la Guardia Municipal tras prestar declaración sin pasar por el Juzgado.

Los otros dos chicos, menores de edad, permanecieron arrestados durante toda la mañana, y ya por la tarde fueran trasladados a la Fiscalía de Menores. La Policía Municipal donostiarra imputa a los detenidos los delitos de agresión sexual y robo, ya que a uno de ellos se le incautaron pertenencias de la víctima.

Consultado por este periódico, el concejal de Seguridad Ciudadana y Protección Civil del consistorio donostiarra, Martin Ibabe, reclamó “mucha prudencia” a la espera de esclarecer lo ocurrido, porque “estamos ante una investigación complicada”. A lo largo de la mañana las hipótesis de trabajo se fueron modificando según fueron prestando declaración los presuntos implicados. “Por el momento, lo que sí podemos asegurar es que durante estos días, y especialmente la noche de los hechos, hubo un importante despliegue, pero en estos casos la policía llega a hechos consumados. Todos nos deberíamos preguntar qué está pasando para que ocurran este tipo de agresiones entre menores”. Según pudo constatar este periódico, en los alrededores del lugar donde ocurrió la agresión se han incrementado las medidas de seguridad, entre otras, con la colocación de un poste de iluminación alimentado por un generador eléctrico, que habitualmente utilizan los bomberos, y que durante estos días ha sido colocado frente al cubo grande del Kursaal en dirección a la playa.

El lugar donde han ocurrido los hechos es escenario habitual de botellón durante estos días. Alberto Naya es un testigo de excepción, al frente de su negocio food truck, anglicismo con el que se conocen esas furgonetas de comida que hacen las delicias de los adolescentes a altas horas de la noche. Su camión restaurante ha estado apostado durante esos días frente al escenario donde ha tenido lugar la disco fiesta, que comienza una vez que terminan los fuegos artificiales.

botellón y menores La música en el recinto suena hasta las 2.30 horas entre semana y una hora más tarde los festivos. “No me retiro hasta que acaba todo el jolgorio. Para cuando recojo, en esta explanada no queda nadie. Es verdad que se ve mucha presencia policial, tanto de la Ertzaintza como de la Guardia Municipal, pero también se ve mucho botellón entre menores. Vendiendo alcohol a estos chavales me expongo a una multa de 6.000 euros, pero si no lo hago es por convicción. No les vendes, pero da igual, les ves borrachos perdidos, algunos se tambalean y se caen. Dan pena”, señala.

A este hombre, testigo de excepción de lo que se cuece en la calle, le llama poderosamente la atención el perfil de chavales que pasan por delante de su camión restaurante. “Cada vez se ven más menores de catorce años. El año pasado hubo bastante descontrol en la zona, con un chico que se dedicaba a cortar con un cuchillo las mochilas de los adolescentes para robarles. Este año ha estado todo mucho más controlado, pero cuando alguien se propone abusar de una persona es muy complicado evitarlo”, dice.

Al conocer el contenido de la denuncia, el alcalde, Eneko Goia, convocó de urgencia a la Junta de Portavoces, a la que informó de los pocos datos de los que disponía, por lo que los representantes de los grupos acordaron esperar a que la investigación avanzara.

El propio alcalde se mostró cauteloso durante toda la mañana, a la espera de que se completara la investigación para decidir si convocaba algún acto de repulsa. No obstante, la concejala de Igualdad del Ayuntamiento donostiarra, Duñike Agirrezabalaga, condenó “con rotundidad” la presunta violación e hizo un llamamiento a participar en la concentración de repulsa que iba a tener lugar por la tarde en el Boulevard, convocada por las asociaciones de mujeres de la ciudad. Finalmente el Ayuntamiento decidió secundar la movilización.

Fiscalía de menores. Los dos adolescentes arrestados por la presunta violación de una menor en Donostia pasaron ayer por la tarde a disposición de la Fiscalía de Menores, que decidió prorrogar su detención al menos hasta hoy.

Balance. La denuncia por violación en la playa de la Zurriola es el cuarto suceso contra la libertad de las mujeres que se registra en Donostia desde que el pasado día 11 comenzaron las fiestas de la Semana Grande que terminan hoy.

Otras denuncias. La Ertzain-tza arrestó el jueves a un hombre de 32 años acusado de abusar sexualmente de una mujer, a la que además supuestamente robó el teléfono móvil, caso por el que también fue detenido otro varón de 23 años. Además, en la madrugada del pasado lunes fue detenido otro individuo por haber colocado seis cámaras para grabar a mujeres que se acercaban al lugar para orinar.

En la madrugada del domingo, una mujer denunció haber sufrido tocamientos por parte de un hombre en el centro de la ciudad.