“La sustancia es el síntoma y detrás hay alguien que sufre”
Lasao es una comunidad libre de drogas para la rehabilitación de adicciones
dONOSTIA - “La sustancia al final es el síntoma. Detrás de ese síntoma hay una persona que está sufriendo, que tiene dificultades, carencias a muchos niveles. La comunidad es una microsociedad libre de drogas, donde aparece todo lo que les ha ido ocurriendo en sus vidas. Mediante el trabajo diario, educativo y terapéutico, van tomando conciencia de cuáles son sus problemas, de qué es lo que les lleva a consumir drogas”.
De esta manera explica Óscar Arregui el trabajo que realiza la Comunidad Terapéutica de Lasao, perteneciente a Proyecto Hombre, de la que él es director. La comunidad nació en el año 1991, cuando se desbordó el centro de Hernani, debido a la cantidad de personas adictas a la heroína que llegaban pidiendo ayuda.
El director de la comunidad señala que en este centro, los usuarios van adquiriendo habilidades para poder enfrentarse a las relaciones sociales, familiares, a un trabajo, “para que sean más responsables” a la hora de afrontar sus problemáticas.
En Lasao, donde viven cerca de 35 personas, se hace un trabajo “histórico”, una revisión de cómo ha sido la vida de los que batallan por salir de su adicción. “En los grupos que hacemos diariamente, trabajamos los aspectos íntimos, personales, que tienen que ver con las dificultades de estas personas”, indica Arregui.
El director de esta comunidad asegura que la dependencia física de la droga “se pasa relativamente fácil”, pero hay otros aspectos que llevan a los usuarios a recaer. Precisamente por ello, se revisa “qué ha ocurrido en la vida de esta persona desde que nace, para que tome conciencia de qué aspectos de su vida no ha sabido manejar”. “Aquí se revive todo”, asegura el director del centro, consciente de lo difícil que es que los usuarios pasen por este duro pero necesario proceso.
Además, en esta comunidad no solo se atiende a los usuarios “terapéuticamente”, sino que también se cubren sus necesidades médico-psiquiátricas o judiciales, y les apoyan a la hora realizar papeleos administrativos.
Con mayores dificultades A Lasao, los usuarios llegan después de pasar por la fase de acogida, en Ategorrieta, Donostia, donde realizan una deshabituación de la droga. Normalmente, los que llegan a esta comunidad suelen tener muchas “dificultades sociales, llevan mucho tiempo consumiendo, han recaído varias veces y han cronificado su adicción”. “Tienen una problemática mayor, a todos los niveles”, afirma Arregui, ya que muchos usuarios tienen situaciones judiciales complicadas, problemas de salud y no cuentan con apoyo social o familiar.
Aquí pasan doce meses y, si todo va bien, tras este periodo, entran en la fase de reinserción. “Residen aquí, pero los fines de semana se van a casa durante seis meses y empiezan a tomar contacto con su realidad social. Empiezan a estudiar, a hacer cursos, a trabajar, siempre desde el apoyo que nosotros les damos con una terapia semanal”, señala Óscar Arregui, que asegura que es un “privilegio” trabajar ayudando a estas personas. - R. G.
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