irun - La presencia de un hombre armado y atrincherado en su domicilio del número 5 de la calle Lezo de Irun obligó ayer a la Ertzaintza a acordonar toda la zona con un espectacular despliegue, que incluyó la presencia de efectivos de la unidad de operaciones especiales.
Familiares de esta persona avisaron ayer a la Ertzaintza para relatarles que hacía quince días que no sabían de él y les indicaron también que era un hombre aficionado a la caza y que tenía armas en su domicilio. Agentes de la Policía autónoma y Bomberos se presentaron en la vivienda, ubicada en la primera planta del número 5 de la calle Lezo, en el barrio de San Miguel, y según explicaban fuentes policiales “tras llamar a la puerta oyeron un disparo”, lo que les obligó a retirarse del lugar “por precaución” y poner en marcha un acordonamiento de toda la zona, además de dar aviso a las unidades especiales, por desconocer si además del hombre que vivía allí había o no más personas con él.
El despliegue, que se puso en marcha un poco antes de las 14.00 horas, obligó a los vecinos de la calle Lezo a quedarse en sus casas, y tampoco se dejó salir a la calle a los empleados de diversos negocios y empresas del entorno.
Finalmente, en torno a las 17.00 horas, la Ertzaintza irrumpía en el domicilio y se encontraba muerto al hombre que allí vivía. Según informaban “todo haría indicar que este hombre se habría quitado la vida de un disparo, aunque será la autopsia la que determine las causas”.
curiosos Retirados los precintos y el despliegue policial, numerosos curiosos se acercaban al entorno, mientras los vecinos y trabajadores de los negocios de la zona salían a la calle aliviados. “Nos han metido en la oficina y no hemos podido ni salir a comer. Hemos visto hasta francotiradores de la Ertzaintza apostados en las esquinas, pero no sabemos lo que ha pasado”, decía un trabajador de una oficina ubicada muy cerca del portal del suceso.
El espectacular despliegue policial también fue ampliamente difundido por las redes sociales y circuló de teléfono en teléfono durante toda la tarde, alertando incluso de que “había una persona muerta y luego el autor se había quitado la vida”, cosa que no era así.
Un vecino que vive justo en frente, en la misma calle Lezo, relataba que “de forma instintiva, había empezado a “emitir vídeo en directo por Facebook”, hasta que la Ertzaintza subió a su casa y le obligó a parar y borrar los vídeos, diciéndole que “la persona atrincherada podría estar viéndolos y vigilando así los movimientos” policiales. “No me di cuenta de que podría haber sido así y los borré inmediatamente”, decía. - X.S.