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Ana Julia quezada golpeó a Gabriel con una hacha y luego lo asfixió

La detenida alega que se defendió tras una discusión en la que el menor se enfadó con ella y le agredióReconoce que actuó en solitarioEl juez prohíbe la incineración del cadáver por si fuera necesario practicarle más pruebas

Ana Julia quezada golpeó a Gabriel con una hacha y luego lo asfixióefe

Almería - Ana Julia Quezada, la detenida por la muerte de Gabriel Cruz, se derrumbó en el interrogatorio que se llevó a cabo ayer ante especialistas de la Guardia Civil y confesó que mató al niño en la finca de Rodalquilar de un golpe con la parte roma de una hacha durante una discusión y que luego lo asfixió, según fuentes de la investigación.

Fue entonces cuando reconoció que durante una discusión con el pequeño el mismo día de su desaparición, Gabriel la agredió y ella respondió con un fuerte golpe con la parte roma de una hacha. También afirmó que actuó en solitario. La autopsia, según indicaron este lunes fuentes de la investigación, muestra signos de que el pequeño murió por estrangulamiento.

Según fuentes próximas a la investigación, Quezada aseguró que “el niño se subió voluntariamente en su coche con ella” y que, cuando estaban en la finca familiar, en Rodalquilar, a cuatro kilómetros de la casa de su abuela, de donde salieron, “el niño se enfadó, le agredió y ella lo mató para defenderse”.

Al término de la declaración, su abogada, Beatriz Gámez, aseguró que el interrogatorio duró cerca de dos horas y respondió “a todas las preguntas”, sin poder dar más detalles al estar declarado el secreto de sumario.

La letrada aseguró a preguntas de la prensa tras abandonar la Comandancia de la Guardia Civil que la única sospechosa por la muerte de Gabriel se ha prestado a “colaborar” con los agentes, al tiempo que aseguró que ayer fue la primera vez que los especialistas le pidieron que hablara sobre lo ocurrido.

La Guardia Civil trabajó ayer a contrarreloj para recabar pruebas al objeto de elaborar un atestado lo más completo posible para que, junto con el informe de la autopsia, se aporten pruebas sólidas al juez que instruye la muerte del niño Gabriel Cruz. Los principales focos de la investigación, según confirman fuentes del caso, se centran en cómo falleció el menor, si la única detenida actuó sola y dónde ocultó su ropa y el cuerpo.

Hasta Almería se desplazó el coronel Manuel Sánchez Corbí, jefe de la Unidad Central Operativa (UCO), al que se vio salir del registro practicado este lunes por la tarde en la vivienda de Puebla de Vícar a la que se dirigía Ana Julia Quezada el domingo en el momento de su detención, cuando transportaba en el maletero de su coche al pequeño.

Ayer, coincidiendo con la misa funeral que se oficiaba en la catedral de Almería, el coronel jefe de la UCO se desplazó a la finca de Rodalquilar, a unos cuatro kilómetros al sur de Las Hortichuelas, el pueblo almeriense en el que desapareció Gabriel el 27 de febrero cuando salió de la casa de su abuela para recorrer un camino de tierra de unos cien metros con destino a la vivienda de sus tíos y primos.

Reconstrucción de los hechos La Guardia Civil condujo ayer por segunda vez a Quezada a la finca de Rodalquilar en la que habría ocultado el cadáver para una reconstrucción de los hechos, según fuentes del caso. Los agentes y la investigada, asistida por su letrada, realizaron los trabajos sobre el terreno durante unos 40 minutos, tras lo que abandonaron el lugar, una finca de la familia del padre de Gabriel en la que se encuentra el pozo en el que presuntamente permaneció el cuerpo del niño tras su desaparición.

La mujer ya fue trasladada a esta localidad este lunes durante un registro de la finca y al parecer la Guardia Civil tiene previsto actuar en este punto y en otros como el vertedero, donde presuntamente habría tirado la ropa del niño, según las fuentes.

En cuanto al cuerpo de Gabriel, el titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Almería, Rafael Soriano, ha prohibido la incineración del cadáver de Gabriel por si fuera necesario practicarle más pruebas. Según indicaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, el juez prohibió de momento la incineración, que no la inhumación, como medida de prevención.

Será el atestado policial y la autopsia definitiva, a los que se suman otras pruebas complementarias como el análisis de la tierra y el barro hallados en el cuerpo de Gabriel, los que ayuden al juez a determinar aspectos nucleares de la trágica muerte de Gabriel. Entre las incógnitas por despejar están si el cadáver permaneció oculto siempre en el mismo sitio.

Se ha apuntado a un pozo, luego a un aljibe, finalmente, a un socavón cavado por la propia Ana Julia para ocultar el cuerpo de Gabriel. También se investigan otros aspectos sobre la ocultación de su teléfono móvil o el hallazgo de la camiseta con restos de ADN del pequeño cerca de la depuradora de Las Negras, al norte de las Hortichuelas.

La UCO y el resto de unidades especializadas han inspeccionado los alrededores de Las Hortichuelas, la finca de Rodalquilar donde ocultó el cadáver del niño y el piso de Vícar, a 80 kilómetros al oeste, donde trasladó el cuerpo el pasado domingo. - N.G.

El nombre de Gabriel en un acuario. La alcaldesa de Almuñécar (Granada), Trinidad Herrera, remitirá una carta a los padres de Gabriel Cruz solicitando su autorización para que el acuario municipal lleve el nombre del pequeño almeriense.

La reapertura del caso de 1996. La reapertura del caso por la muerte en 1996 de una hija de cuatro años de Quezada al precipitarse al vacío desde una ventana, que se cerró como suceso accidental, sería muy complicada con base en el actual Código Penal, según diversos juristas.

Las falleras recuerdan a Gabriel. El balcón del ayuntamiento de Valencia se llenó durante la mascletà de ayer de pequeños peces blancos de papel en recuerdo del niño Gabriel Cruz y para mostrar las condolencias del mundo de las Fallas y su solidaridad con la familia y amigos del menor.

El rescate. Quezada fue la persona que más insistió a los padres de Gabriel para que ofrecieran una recompensa a todo aquel que aportara algún dato, logrando así que Patricia y Ángel anunciaran una recompensa de 10.000 euros. Además, trató de convencerles para que la recompensa fuera aún más elevada, un hecho que fue relevante para los investigadores.

Los familiares de Ana Julia, que viven en la República Dominicana, aseguran estar consternados y piden que se investigue lo ocurrido, porque confían en su inocencia. Su madre, Juana Cruz, de 72 años, afirmó que ella no le educó para que hiciera algo así, por lo que “si lo hizo fue porque Satanás se le metió en la cabeza”.