Ser voluntario es una experiencia “única e inolvidable”, con múltiples actividades para todos los gustos, y que traspasa barreras hasta convertirse en parte de una vida. Así lo sienten los voluntarios de Atzegi, la asociación guipuzcoana a favor de las personas con discapacidad intelectual, como ha recogido en la nueva campaña que arrancó ayer bajo el lema AtzegiXperience.
“Lo de ser voluntario ha quedado atrás”, afirma Pedro Manzano a este periódico, de 45 años y voluntario de Atzegi desde hace seis. “Ahora somos un grupo de amigos que quedamos para ir al monte”, asegura. La percepción del oiar-tzuarra, que realiza junto a su mujer salidas de senderismo cada mes con los jóvenes de la asociación, no es una excepción. “Te olvidas de que eres monitor y te conviertes en uno más con ellos”, opina el hondarribiarra Josu Peña Altza, de 25 años, y que entrena al fútbol a un grupo de chavales de Atzegi desde hace casi ocho años.
Pedro decidió apuntarse tras estar dos años sin encontrar trabajo y querer compartir su tiempo libre. Ahora, el grupo ha evolucionado hasta tal punto que el propio Pedro realiza una comida anual en su casa en la que invita a todos los voluntarios y usuarios. “Vienen superemocionados y nos lo pasamos en grande. Hago las mismas bromas a todos, da igual la condición física de cada uno, y eso es fundamental para que nos lo pasemos así de bien”, explica.
Hacer deporte, compartir un hobby, viajar o hacer planes para el fin de semana. Todo ello y más forma parte de una colaboración que se adapta a la disponibilidad de cada uno. La donostiarra Charo Luque es el claro ejemplo de ello. Hace unos años escuchó que Yolanda Elosegui, una invidente de la asociación, necesitaba que alguien la acompañase durante sus paseos. “Me animé sin dudar. Quería ayudar desde hacía tiempo y me pareció una manera inmejorable”, confiesa Charo, quien suele quedar con Yolanda cuando a las dos les viene bien, “un domingo al mes más o menos”. “Ella es tan animada como yo y no hace ascos a ningún plan que le propongo”, cuenta esta mujer, de 60 años, y señala que normalmente suelen ir a “pasear si hace bueno o a tomar un chocolate caliente si hace malo”.
“Quizás reciba más de lo que doy”
Cuatro cajas experiencia recogen la amplia variedad de propuestas voluntarias que forman la columna vertebral de Atzegi. Así, las cajas Bienestar -para amantes del deporte-, Bidelagun -para quienes quieran realizar actividades de tiempo libre-, Bizipoza -para planes de fin de semana-, y Escapadas -para los que les guste viajar-, actúan a modo de metáfora para explicar que en el voluntariado hay espacio para todos los gustos y disponibilidades.
“Al comienzo tenía cierto miedo a no saber cómo reaccionar ante posibles limitaciones físicas o mentales”, cuenta Pedro sobre las dudas que pueden llegar a aparecer al inicio de la aventura de ser voluntario. Sin embargo, en su caso, el temor desapareció enseguida. “Cada salida la vivimos con la máxima naturalidad, y es precisamente de este modo donde demostramos que ellos son personas como todos los demás”, añade el oiartzuarra.
Tanto él como Josu animan a la ciudadanía a unirse a una experiencia “maravillosa y única” y aumentar de este modo el número de 300 voluntarios en activo de la asociación. “El agradecimiento de los padres es algo indescriptible, ver lo orgulloso que están de sus hijos es lo más bonito de todo”, asegura el joven.
Asimismo, la emoción de los chavales por hacer deporte es máxima, llegando incluso a estar listos una hora antes de cada entrenamiento o enfadándose cuando son sustituidos durante un partido. “Quieren jugarlo todo, pero al final acaban comprendiendo que son un equipo en el que todos deben participar”, señala Josu, al tiempo que indica que cuando marcan un gol en los últimos minutos de un partido que van perdiendo “explotan de alegría”. “Aunque más de una vez que hemos marcado casi al final, en el descuento nos han vuelto a meter otro gol”, añade entre risas.
“Es algo recíproco, igual de contenta que sale ella, salgo yo”, opina Charo sobre sus paseos con Yoli. “Nos contamos nuestra vida, cómo nos va, qué hemos hecho... pasamos un rato muy agradable que hasta en ocasiones me hace pensar que quizás esté recibiendo yo más de ella que ella de mí”, matiza la donostiarra.
Campaña de sensibilización
La campaña AtzegiXperience comenzó ayer y finalizará el próximo martes con un acto central en el Teatro Principal de Donostia. Allí se reunirán todos los voluntarios y usuarios de la asociación, disfrutando de una jornada de música, teatro y vídeo.
Josean Idoeta, presidente de Atzegi, quiso recalcar durante la presentación de la campaña “la experiencia inolvidable” que supone ser voluntario para muchos de ellos. “Se sorprenden de lo que han recibido y disfrutado”, comentó, y añadió que únicamente gracias a su labor las personas con discapacidad intelectual “puedan mejorar su inclusión social y participar activamente en la sociedad”.
La diputada de Políticas Sociales, Maite Peña, quiso remarcar por su parte que gran parte de la oferta de Atzegi se hace de la mano de voluntarios, “y eso demuestra lo desarrollado que está el tejido del voluntariado en Gipuzkoa”.
AtzegiXperience contará con la instalación de 8.000 carteles y 128 marquesinas repartidas por toda Gipuzkoa, además de un vídeo promocional “muy creativo” en el que se presenta a modo de teletienda las cuatro cajas experiencia que resumen el amplio abanico de posibilidades que existen para ser voluntario.