Gipuzkoa incrementa un 2,2% las tarifas de las residencias de ancianos

La institución foral informó ayer en un comunicado que el Consejo de Gobierno foral de esta semana ha aprobado este incremento, que tendrá carácter retroactivo y, por lo tanto, se pagará con efectos de 1 de enero. Las residencias recibirán un total de 2,6 millones de euros, mientras que los 429.000 restantes irán a parar a los centros de día. “Esto garantiza la estabilidad económica de las entidades gestoras”, apuntó el portavoz foral, Imanol Lasa.

Cabe destacar que el coste de una plaza residencial en Gipuzkoa es el más alto de todo el Estado. En 2016, la tarifa diaria abonada entre los usuarios y la Diputación fue de 90 euros, lo que supone un gasto mensual de 2.700 euros, frente a los 1.850 de media que cuesta en el resto del Estado. Además, en Gipuzkoa, la tarifa ha crecido un 21% entre 2008 y 2015.

No obstante, hay que matizar que la tarifa no es el coste de la plaza en sí misma, sino el precio por el que la Diputación concierta esta plaza pública. Una parte de este precio de concertación es asumida por el propio usuario, en función de su renta.

La institución foral enmarca esta decisión en la planificación aprobada por el Departamento de Políticas Sociales para “mejorar la gestión y las condiciones de los centros residenciales y de los centros de día para personas mayores durante el periodo 2016-2019”, una planificación que, en declaraciones de Lasa, “constituye el referente en la definición de los proyectos y de los servicios en el área de la dependencia, determinando el ámbito laboral, las oportunidades, las líneas de trabajo y las previsiones financieras forales de toda la legislatura”.

En este sentido, el portavoz foral recordó que la hoja de ruta del Departamento de Políticas Sociales prevé un incremento del número de plazas residenciales (un total de 300 hasta final de legislatura), que permitirán reducir sensiblemente las listas de espera, así como actualizar las tarifas, una tarea “imprescindible” para “hacer frente al envejecimiento de la población guipuzcoana y garantizar una oferta residencial suficiente y equilibrada territorialmente, así como la calidad de la atención y la satisfacción de los usuarios”. “Tenemos el compromiso firme e incuestionable de atender más y mejor a nuestros mayores”, aseveró Lasa.

14% de la población mayor de 65 La cuestión no es baladí. A día de hoy, Gipuzkoa cuenta con una población de 716.834 personas, de las cuales el 14% tiene más de 65 años. Pero además, ya hay 49.000 guipuzcoanos con más de 80 años, una cifra que dobla los registros del año 2000. De esta forma, se prevé que para 2026, Gipuzkoa cuente con una población octogenaria de más de 56.000 personas.

Para todos ellos, el territorio dispone de cerca de 6.000 plazas residenciales, de las cuales en torno al 90% son plazas en centros residenciales y el 10% corresponde a viviendas comunitarias o apartamentos tutelados. Además, el 50% son de titularidad pública, mientras que el 37% están gestionadas por entidades con o sin ánimo de lucro, pero concertadas con la Administración. Finalmente, el 12% final son privadas, es decir, no cuentan con ningún tipo de subvención pública.

No obstante, los recursos disponibles no se reducen a las residencias, ya que la mayor parte de las personas mayores que cuentan con algún tipo de atención viven en su propio domicilio. Así, según los datos que maneja el Departamento de Políticas Sociales, alrededor de 16.000 guipuzcoanos cobra algún tipo de prestación de dependencia, 4.993 están atendidas a través del servicio de Ayuda a Domicilio, 1.500 acuden a centros de día, 715 recurren a estancias temporales y 2.800 reciben algún tipo de producto de apoyo.

Ello supone que el 4.1% de la población mayor de 65 años recibe cobertura social, mientras que la cobertura de responsabilidad pública (aquella asumida por la Administración) alcanza el 3,6% de la población de esa edad.