donostia - Diego Mª Granados de Asensio fue elegido decano en las últimas elecciones celebradas el pasado noviembre en el Colegio Notarial del País Vasco, para un periodo de cuatro años. Es notario de Donostia desde el año 1988 y profesor de Derecho Civil de la Universidad de Deusto.

¿Cuántos notarios hay en Gipuzkoa?

-En el País Vasco hay demarcadas 137 notarías en total, de las que 19 se encuentran en Araba, 47 en Gipuzkoa y 69 en Bizkaia. Aunque existen más notarías en las capitales y grandes poblaciones, también existen en pueblos pequeños y todas las poblaciones, aunque no tengan notaría demarcada, están atendidas por algún notario.

¿Cómo se reparte la carga de trabajo en el territorio?¿Qué operación es la más habitual?

-Los poderes, compraventas, documentos mercantiles y testamentos son los documentos más habituales. Los ciudadanos acuden a las notarías en momentos trascendentales de su vida y la intervención personal del notario supone un excelente vehículo de comunicación y proximidad a la sociedad. Los notarios no somos especiales, nuestra intervención en esos momentos nos da cercanía y conocimiento de esa sociedad de la que formamos parte.

¿El hecho de incluir los matrimonios entre sus labores ha influido en su rutina?

-La Ley de Jurisdicción Voluntaria, que entró en vigor en julio de 2015, ha dado competencia a los notarios para autorizar matrimonios y divorcios en determinadas circunstancias. Al principio eran menos frecuentes los matrimonios y divorcios notariales, pero cada vez lo van siendo más. En 2016, a falta de los datos de diciembre, se otorgaron en el País Vasco 215 escrituras de matrimonio y 227 de separación o divorcio. El precio actual de una escritura de matrimonio ronda los 200 euros y no hay prácticamente espera.

Está teniendo mucha repercusión la nueva Ley de Derecho Civil Vasco, sobre todo en materia de la posible desheredación a los hijos.

-La mayoría de testamentos no contienen desheredaciones, sino que son testamentos normales a favor del cónyuge nombrando a los hijos por igual sin hacer distinciones. La nueva ley concede una mayor libertad a los testadores para organizar su sucesión. Es una ley mucho más adaptada a los tiempos actuales, pues en el siglo XIX la sociedad era rural, lo que justificaba que los hijos, que ayudaban a los padres al levantamiento del patrimonio familiar, recibieran una parte de la herencia. Pero hoy hay una mayor movilidad geográfica, la esperanza de vida es mayor, se suele heredar a una edad madura y muchas necesidades que antes satisfacía la herencia son cubiertas por los sistemas públicos de previsión. Ahora la mejor legítima que se le puede dejar a los hijos son sus estudios y un trabajo.

¿Qué causas están llevando a desheredar a algún hijo?

-Hay casos de hijos con los que se tiene poca relación o son muy mayores, por ejemplo porque el segundo hijo es de un matrimonio posterior y se lleva 20 años con el primero, que ya está situado. No tiene porqué ser un castigo, aunque también hay casos más extremos de alcoholismo, drogadicción o ludopatía, en los que se aparta a un hermano y se confía en otro para sus cuidados. También existen los enfrentamientos, en los que simplemente no quieren que un hijo herede.

¿En qué consisten básicamente los cambios que introduce la nueva ley?

-En términos generales, aunque la ley es mucho más amplia, las novedades más llamativas son que reduce la legítima de los hijos de 2/3 a 1/3 y este tercio se puede dejar a cualquiera de los hijos o nietos. Elimina la legítima de los padres, algo que tiene su justificación porque los padres ahora viven mucho y no tienen necesidad de percibir esa legítima. Además, modifica el orden de la sucesión intestada pues, si no se hace testamento, en caso de no tener hijos, hereda antes el cónyuge que los padres. Equipara los derechos de la pareja de hecho a los derechos del cónyuge. También es importante la posibilidad, que antes no existía, de celebrar pactos o contratos sobre la herencia y la supresión de la responsabilidad del heredero por las deudas hereditarias. Es una reforma interesante y seguramente con el tiempo otros territorios irán por esta línea.

¿Cómo se está adaptando la profesión a las nuevas tecnologías?

-En 2002 se creó la Agencia Notarial de Certificación, que cuenta en la actualidad con unos 200 ingenieros e informáticos de gran cualificación encargados del mantenimiento, actualización y desarrollo de aplicaciones informáticas. Las notarías del Estado están comunicadas por esta red, pudiendo enviar de manera inmediata copias de escrituras. La plataforma tiene además comunicación telemática con todos los Registros de la Propiedad y con las Administraciones locales, provinciales, autonómicas o estatal que se han querido adherir. De hecho, están resultando especialmente útiles en la lucha contra el fraude y el blanqueo de capitales.