Barcelona - Las Bistecs solo tienen un disco en el mercado, pero ya reinan en las redes sociales con su estilo “neofolclórico” y un género musical que se han inventado y que han bautizado como electrodisgusting porque es “música electrónica con letras que disgustan, sobre todo a la gente bien”.
“Inventarse géneros es gratis”, han dicho en una entrevista a Efe Las Bistecs, dos catalanas de 27 años a las que les gusta crear nuevas palabras, como “chochocentrismo”, un concepto que aparece en la canción Señoras Bien, dedicada a mujeres “como Esperanza Aguirre o Ana Botella”. A Las Bistecs les gusta provocar, tanto en el fondo como en la forma, como bien saben los muchos seguidores que tienen en la red y que están fascinados con los vídeos que cuelgan en Youtube.
Con pelucas imposibles y maquillaje ochentero, las dos componentes de este dúo nacido en Barcelona son claras herederas de la movida madrileña “más punk”, algo que enseguida vio Alaska, que las invitó a su programa Alaska y Segura. Pero ellas no se identifican “cien por cien” con la movida y prefieren definirse como “neofolclóricas” porque, según dicen, “no somos unas nostálgicas de los ochenta, sino que hablamos de nuestra época”.
Del pasado se identifican más con Lola Flores que con Almodóvar, porque de la primera decían que no sabía cantar ni bailar, pero no te la podías perder, y a ellas les gustaría que se dijera lo mismo de Las Bistecs. Almodóvar, sin embargo, no ha descolgado el teléfono cuando Las Bistecs le han llamado para pedirle que les hiciera un vídeo, según han revelado.
Alba Rihe y Carla Moreno se conocieron en la universidad, donde una estudiaba Bellas Artes y la otra Cine; una formación artística que han canalizado en vídeos, performances y puestas en escena, en las que ellas trabajan personalmente cada detalle, desde la ropa que cosen y reciclan hasta la escenografía.
“Nos consideramos más performers que cantantes”, dicen Las Bistecs, que defienden “el barroquismo visual” porque “más es más”. Tanto Alba Rihe como Carla Moreno reconocen que de música saben poco, pero les gusta poner ritmo a “las verdades” para poder “bailar el concepto”. “El mensaje es lo más importante -añaden-, pero lo lanzamos con humor porque no queremos dar la chapa”.
Un sentido del humor “entre noble y vulgar” que empieza por el nombre, Las Bistecs, que no recuerdan muy bien cómo se les ocurrió pero les va “genial” porque se sienten “carne fresca pero mediocre, no somos un filete ni un entrecot”.
Además de un nombre excéntrico, Las Bistecs también tienen un género propio, el electrodisgusting, que ellas mismas definen en su página web como “una corriente artística, performántico-musical, con un objetivo: molestar y no dejar indiferente a una sociedad saturada de información”.