donostia - La Policía Nacional ha detenido en Donostia, Las Palmas, Barcelona y Valencia a 57 personas acusadas de pertenecer a una red dedicada a la regularización de ciudadanos chinos, a los que cobraba 8.000 euros por darles de alta en la Seguridad Social como empleados de hogar. Estos ciudadanos nunca llegaban a trabajar en esos empleos y, una vez obtenida la residencia, regresaban a Barcelona, donde estaban afincados.

El líder de la red desarticulada, que también se encuentra detenido, les conseguía una persona de contacto, española o extranjera con permiso de residencia, que les diera de alta en la Seguridad Social y a los que se pagaban cantidades que oscilaban entre los 1.500 y los 2.000 euros. Los ciudadanos chinos, por su parte, abonaban a la organización cantidades cercanas a los 8.000 euros por sus servicios. El cabecilla de la red obtenía la mayoría de los empleadores en su entorno laboral, de manera que gran parte de los detenidos por falsedad documental y pertenencia a grupo criminal son trabajadores del sector hostelero de la isla de Lanzarote.

La mujer del líder de la organización, igualmente de nacionalidad china, también daba de alta a supuestos empleados de hogar a cambio de dinero y le fueron intervenidos 14.480 euros en el aeropuerto de Lanzarote “cuando regresaba de obtener el cobro que los ciudadanos chinos le debían por sus servicios”. Durante el registro en su domicilio, los agentes incautaron material informático y documentación que confirma que “toda la actividad de la red se centraba en su líder, que se encargaba de tramitar la documentación, buscar supuestos empleadores, y organizar los viajes para realizar los trámites dirigidos a la regularización”.

Entre los “pilares” de esta red, se encontraba también una funcionaria, empleada del padrón municipal, del ayuntamiento de una localidad lanzaroteña, que facilitaba la inscripción de estos ciudadanos irregulares, trámite necesario para su regularización. Los agentes descubrieron a casi treinta personas empadronadas en el domicilio del cabecilla de la organización y otras cuatro en el de la propia funcionaria, que también habría dado de alta a supuestos empleados de hogar de nacionalidad china.

La red dotaba a estas contrataciones de “apariencia legal” desde una gestoría, que proporcionaba nóminas y contratos falsos para que los implicados pudieran presentarlos en las instituciones si se investigaban esas relaciones laborales. El responsable de esta gestoría también está entre los detenidos. - E.P.