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El cementerio de neumáticos más grande de Europa arde en Seseña

La densa y tóxica humareda obliga a desalojar a más de 1.000 personas del municipio toledano

El cementerio de neumáticos más grande de Europa arde en Seseña

Valdemoro - Un incendio registrado en el cementerio de neumáticos de la localidad de Seseña, el más grande de Europa y que se encuentra entre el municipio toledano y Valdemoro, comenzó a arder la madrugada de ayer provocando una gran nube de humo negro. Se quemaron ocho de las once hectáreas que ocupa el recinto, que alberga alrededor de cinco millones de ruedas. La Guardia Civil cree que pudo ser intencionado.

Los servicios de emergencias desalojaron a los residentes de la urbanización El Quiñón (Seseña), construida por el empresario Francisco Hernando, apodado El pocero, y que alberga a unos 9.000 vecinos, aunque muchos de ellos no estaban en sus casas, al tratarse de segundas residencias. El 80% de la población de la urbanización abandonó el lugar por sus propios medios y el Gobierno de Castilla-La Mancha habilitó ocho autobuses para la evacuación del millar de personas que permanecían en sus casas.

Aunque no hay daños en viviendas ni heridos, la intensa humareda negra, que se podía ver a 50 kilómetros de distancia, es donde radicaba el principal problema para la población. El hollín es “muy dañino” para la salud, porque contiene compuestos “altamente cancerígenos”, explicó el investigador Joan Grimalt, del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (CSIC). “No es bueno respirar la carbonilla porque tiene cantidades importantes de hidrocarburos aromáticos policíclicos”, un compuesto orgánico que se encuentra en el petróleo, el carbón y en depósitos de alquitrán.

El alcalde de Seseña, Carlos Velázquez, decretó el confinamiento de los vecinos de tres urbanizaciones de la localidad. También permanecieron cerrados cuatro centros educativos, tres colegios y un instituto, así como locales comerciales.

Los vecinos lamentaban que se haya producido “una catástrofe” que “era previsible”, como afirmó Miguel, residente en las inmediaciones.

El cementerio de neumáticos lleva veinte años instalado en la zona, y sin embargo, según comentó otro de los vecinos, “hasta 2014 no se instalaron hidrantes de agua, y justo antes de las elecciones municipales empezaron a retirar ruedas, aunque durante poco tiempo”. Algunos vecinos de esta urbanización coinciden en el diagnóstico de que el conflicto de competencias entre las comunidades de Madrid y de Castilla-La Mancha ha ralentizado la destrucción de los neumáticos.

en paradero desconocido El cementerio de neumáticos de Seseña, el más grande de los quince que aún existen en el Estado, comenzó a formarse a finales de los años 90 con las primeras acumulaciones en dos fincas particulares sin licencia en el termino municipal, y fue creciendo hasta ocupar terrenos de Valdemoro, en Madrid. El dueño de este gran cementerio de neumáticos se encuentra en paradero desconocido y fue sancionado en anteriores ocasiones por no retirar los neumáticos de su propiedad.

De hecho, fue condenado a tres meses de cárcel, según explicaron el consejero de Presidencia y Justicia de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, y el consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Jaime González Taboada. Además, fue sancionado en 2011 con 90.000 euros por parte de la Comunidad de Madrid y con 600.000 euros por la Junta de Castilla-La Mancha y el Ayuntamiento de Seseña. La Comisión Europea ha pedido a las autoridades españolas información acerca de este vertedero de neumáticos ilegal, pero no ha iniciado ninguna acción legal formal o abierto un expediente por infracción aún contra España. - N.G./Agencias