donostia - La decisión del Departamento foral de Medio Ambiente de la de negociar con Cantabria el traslado de la basura que se genera en Gipuzkoa por un plazo de año y medio, en lugar de los cuatro previstos inicialmente (y que es el tiempo que pasará antes de que la incineradora de Zubieta esté operativa) ha hecho saltar las alarmas en la comarca de Debagoiena.

El departamento que dirige José Ignacio Asensio justificó el viernes esta decisión aduciendo que “se están buscando soluciones dentro del territorio”, al tiempo que apeló a la “responsabilidad”. Ello ha provocado que la mirada vuelva a centrarse en el vertedero de Epele, única alternativa del Gobierno foral que se conoce, por el momento.

El Ayuntamiento de Arrasate hizo público ayer un comunicado en el que se declara “consciente” del “grave problema” que el territorio tiene con la gestión de los residuos, algo que a su juicio hay que “solucionar entre todos”. Sin embargo, parece que adecuar el vertedero de residuos industriales de Epele para convertirlo en un vertedero de residuos urbanos no entra en su agenda. En este sentido, insistió en que la instalación de Epele “no está preparada para recibir residuos urbanos”, al mismo tiempo que recalcaron que el vertedero está “prácticamente colmatado”.

“Creemos que sigue habiendo otras alternativas en el territorio que han de ser estudiadas como pueden ser la ampliación de vertederos existentes o barajar otras ubicaciones para las basuras, que no deja de ser una solución parcial que responde a una falta de planificación durante los últimos años a la problemática que vive Gipuzkoa con relación a las basuras”, sentenció el Consistorio arrasatearra.

solidaridad El Ayuntamiento consideró que Debagoiena “ha demostrado durante 35 años su implicación, solidaridad y compromiso” con los residuos que se generan en el territorio, ya que durante todo ese tiempo tuvo habilitado el vertedero de Akei, al que fueron a parar la basura de la propia Arrasate, además de la de Antzuola, Aretxabaleta, Bergara, Elgeta, Eskoriatza, Leintz-Gatzaga, Oñati, Deba, Eibar, Elgoibar, Mendaro, Mutriku, Soraluze, Ermua, Mallabia y Durango.

“El vertedero de Akei, ubicado en Arrasate, estuvo en funcionamiento durante 35 años, inició su actividad en 1961, siendo clausurado en 1996, cuando tuvo que cerrar a requerimiento del Gobierno Vasco, dado que no cumplía las nuevas normas provenientes de las Directivas Europeas”, recordaron desde este municipio. Así, en tres décadas de vida, el volumen de residuos que se vertió fue superior a los 200.000 metros cúbicos.

Desde que en 1996 se decidió cerrar el vertedero, han sido necesarios nueve años de trabajos para poder recuperar todo ese terreno. “Aún hoy el Ayuntamiento de Arrasate continúa con el consiguiente seguimiento medioambiental al cierre del vertedero”, señaló el Consistorio.

De esta forma, el Departamento de Medio Ambiente tiene ahora varios frentes abiertos. Aunque la competencia con respecto a la posible adecuación del vertedero de Epele es de la Mancomunidad de Debagoiena, la postura del Ayuntamiento de Arrasate ha quedado clara.

Asimismo, en estos momentos la Diputación tampoco tiene luz verde del Gobierno de Cantabria para trasladar a Meruelo la basura. El convenio entre ambas administraciones pasará antes por el parlamento cántabro, que será quien tenga la última palabra en torno a este acuerdo.

Por lo que parece inevitable que la Diputación tenga que seguir buscando alternativas donde verter la basura que se genera en Gipuzkoa.