El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, desplegó este jueves a más de 7.000 efectivos de la policía estatales para apoyar la respuesta de las fuerzas del orden locales a las protestas contra las redadas migratorias.

Abbott dijo en un comunicado que ha enviado a más de 2.000 agentes del Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS) y más de 5.000 soldados de la Guardia Nacional de Texas en respuesta a las protestas convocadas esta semana en contra de la política migratoria de Estados Unidos, que emulan lo ocurrido en Los Ángeles (California).

"Las protestas pacíficas son parte del tejido social de nuestra nación, pero Texas no tolerará la anarquía que hemos visto en Los Ángeles en respuesta a la aplicación de la ley de inmigración por parte del presidente Donald Trump", declaró Abbott en el comunicado.

El gobernador republicano advirtió que cualquier persona que participe en actos de violencia o daños a la propiedad será arrestada y rendirá cuentas con todo el peso de la ley. "No se metan con Texas, ni con las fuerzas del orden de Texas".

Tras los pasos de California

El despliegue convierte a Texas en el segundo estado del país, después de California, donde se han enviado efectivos de la Guardia Nacional para responder a las protestas contra la campaña de redadas y deportaciones del Gobierno de Donald Trump.

No obstante, el despliegue de California no contó con la autorización del gobernador de ese estado, el demócrata Gavin Newsom.

El mandatario estadounidense ordenó el uso de las tropas californianas, en un hecho que no ocurría hace 60 años, que mantiene un pulso judicial entre el Ejecutivo estadounidense y California, el estado más poblado del país y considerado la cuarta economía del mundo.

Los texanos están preparando manifestaciones en Houston, Dallas y San Antonio como parte del movimiento nacional 'No Kings' (Sin Reyes) para protestar contra la celebración de Trump de su 79º cumpleaños con un controvertido desfile militar.