Iñaki Goikoetxea, la auténtica sorpresa del Carnaval de Tolosa
Su Almuerzo sobre la cima de un rascacielos de este año ha sido magistral
Tolosa. Iñaki Goikoetxea es una caja de sorpresas. Desde hace veinte años sus creaciones carnavalescas sorprenden a propios y extraños. Son un sello de calidad en una fiesta que cada año resulta más atractiva, imaginativa y espectacular. Es tolosarra de pura cepa, de 67 años, diseñador de interiores, con valiosas creaciones en Donostia, Gipuzkoa y en el resto de Euskadi. Fue presidente del Colegio de Decoradores durante diez años. El gusanillo del Carnaval de Tolosa se le metió desde niño. "Me parecían maravillosas las carrozas y desfiles que yo veía desde el balcón de mi casa". Y como el tiempo pasa que es un primor, de pronto a sus 20 años se encontró haciendo con su cuadrilla diversas realizaciones, siempre llenas de imaginación y buen humor. "Recuerdo dice Iñaki que creamos en aquella época un circo romano, una ambulancia de la Seguridad Social, un cabaret, tazas de café y tantas otras cosas". Más adelante, Iñaki Goikoetxea ganó por concurso el diseño de la Carroza de la Tamborrada, que consiguió la admiración de todo el pueblo y la envidia de los municipios colindantes.
A partir de 1996, Iñaki emprendió su tarea carnavalesca en solitario, ayudado por un pequeño grupo de incondicionales. Año tras año fue agrandando su leyenda, convirtiéndose en un espectáculo imprescindible en el Carnaval de Tolosa. Primero elaboró una avioneta, que se había estrellado contra un árbol. Hoy, 20 años después, todavía la gente la recuerda por su sorprendente realismo. Cada Carnaval su obra ha sido una auténtica obra de arte, y desde luego motivo de admiración. En 2006 reprodujo la escena del reloj de la película El hombre mosca (1923) del cómico norteamericano Harold Lloyd. En 2007 recreó la famosa casa 13 de la Rue del Percebe, que inmortalizó Francisco Ibáñez en los Superhumor, En 2010 dio a luz una de sus creaciones más grandiosas: un King Kong, de seis metros de altura, escalando el edificio del restaurante Frontón, con la novia en su regazo. Otro hito interesante se produjo en 2012 con motivo del centenario del hundimiento del Titanic, ocurrido el 16 de abril de 1912. La creación representaba al famoso trasatlántico británico dentro de una botella de nueve metros, escorado peligrosamente, seguramente minutos antes de zozobrar. Ha habido muchas otras figuras increíbles, por eso su ausencia fue muy comentada el año pasado cuando debido a un accidente en el hombro no pudo participar en el Carnaval. Este año se ha sacado la espina y ha creado el histórico Almuerzo en la cima de un rascacielos, que el 29 de septiembre de 1932 fotografió el legendario Charles Clyde Ebbets en la planta 69 del edificio Rockefeller Center. Iñaki reprodujo la escena en quince días, ayudado por carpinteros amigos y el calderero José Manuel Artola. El éxito de la creación estaba en boca de todos, especialmente de sus dos nietas, Irina y Alba.
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