donostia - La estación de autobuses de Atotxa no llegará a tiempo para la apertura de la capitalidad cultural europea y pospondrá su puesta en marcha sine die, después de que se hayan detectado deficiencias en el sistema de evacuación de humos de las dársenas donde se estacionan los autobuses. Una situación que no afectará al resto de las instalaciones ni al parking, ya abierto y con todo en regla. El alcalde, Eneko Goia, tomó la decisión ayer por la tarde, a menos de 24 horas de la inauguración oficial, convocada para este mediodía con la presencia del diputado general de Gipuzkoa. La estación iba a entrar en funcionamiento mañana.

El primer edil, que convocó a los medios de comunicación de urgencia ayer por la tarde para informar de esta noticia, se responsabilizó personalmente de la decisión al “no poder garantizar al 100% la seguridad” en caso de un “incendio grave” en la zona de dársenas. Goia compareció solo y adelantó que no traía una buena noticia.

La decisión de suspender la apertura sine die la acababa de tomar tras una reunión de urgencia con técnicos de los departamentos de Obras Públicas y Movilidad del Ayuntamiento, así como con responsables de la empresa constructora, de los bomberos y de la ingeniería encargada del proyecto.

En esa reunión, y tras analizar los últimos informes, los responsables técnicos le trasladaron al alcalde que “no se dan las garantías suficientes para garantizar la seguridad en situaciones extremas”.

Goia dijo que el retraso de la apertura “es la única decisión que se puede adoptar, ya que si las pruebas no garantizan la seguridad total, es nuestra obligación esperar el tiempo necesario para subsanar esas carencias”. “Tendremos que seguir esperando para ver hecha realidad nuestra estación de autobuses”, lamentó.

La pregunta ahora es cuándo se podrán corregir las deficiencias y abrir la estación. El alcalde, con rostro serio, no quiso “dar pábulo a las cábalas”. Pero por de pronto, será imposible que esté abierta para el día 20, fecha oficial de la apertura de la capitalidad europea.

¿Un mes o más? Eso lo admitió Goia, quien dijo expresamente que “me parece poco probable que la próxima semana la estación pueda estar abierta”, en respuesta a una pregunta de los periodistas. Según ha podido saber este periódico, la apertura se podría retrasar incluso un mes o más. Todo dependerá de la solución que se adopte y las nuevas pruebas que se lleven a cabo.

La consecuencia inmediata de todo esto es que la actual estación de autobuses de Pío XII seguirá funcionando. Iba a dejar de operar la próxima madrugada, momento en el que iba a tomar el relevo la nueva infraestructura. Pero ahora Pío XII seguirá activa y los cambios de horarios realizados en algunas líneas por cuestiones de funcionalidad en la nueva estación, se mantendrán como hasta ahora. A la espera de la fecha de apertura.

Según Eneko Goia, los técnicos aún están valorando cuáles son las medidas correctoras idóneas para subsanar estas deficiencias, y hasta que no se concreten no se podrá tener una estimación de cuánto tiempo se pospondrá la apertura de la nueva infraestructura.

Según ha podido saber este periódico, ya se habían realizado con anterioridad varias pruebas de humos pero nadie se esperaba que en la definitiva los valores obtenidos fuesen distintos a los previstos. De hecho, el proyecto de la estación estaba validado por Tecnalia y también la extracción de humos parecía en orden, sobre el papel, ya que las simulaciones realizadas en ordenadores arrojaban los parámetros idóneos.

Sin embargo, la prueba que se realizó el miércoles al mediodía descolocó a los bomberos y a los técnicos. Se trataba de una puesta en escena real, bombeando humo (limpio) artificial caliente “a tope” con una máquina, simulando un incendio de grandes dimensiones. En la prueba participaron, además de los ingenieros de Tecnalia, que efectuaron las mediciones oportunas, los bomberos, que eran los encargados de analizar luego esos datos y dar la conformidad. Fuentes consultadas por este periódico aseguran que esta prueba se consideraba como “un mero trámite”, ya que todas las simulaciones realizadas habían arrojado datos positivos. Pero la realidad fue otra.

Durante la mañana de ayer, ya alertados por los datos obtenidos el miércoles, se realizaron nuevas pruebas que decantaron finalmente al Gobierno municipal a retrasar la inauguración.

La noticia saltó a media tarde de ayer, unas horas después de que los medios de comunicación realizasen una visita guiada por todas las instalaciones y pudieran comprobar que las instalaciones estaban, tal y como dijo Goia, “aparentemente listas para la apertura”.

En su comparecencia para informar del retraso de la inauguración, el alcalde fue preguntado por la gestión de los tiempos de cara a la inauguración. Se le dijo si no consideraba precipitado inaugurar esta infraestructura solo dos días después de realizar la prueba definitiva del sistema de extracción. Goia dijo que no y asumió directamente toda la responsabilidad. “El único coste que tiene es el coste de una decisión política que asumo yo”, aseguró.

duras críticas de eh bildu Las primeras críticas políticas le llegaron al alcalde por parte de EH Bildu. No había pasado ni una hora desde que el alcalde anunció la noticia cuando la coalición soberanista envió un comunicado calificando de “chapuza” la apertura y añadiendo que este caso “evidencia la incompetencia y el ansia propagandística del PNV y PSOE (PSE-EE)”.

EH Bildu tildó de “nefasta” y “deplorable” la gestión del Gobierno municipal en este asunto. “¿Cómo es posible que se haya organizado la inauguración de la estación y su apertura al servicio público sin tener los informes preceptivos sobre seguridad? Se trata de una vergüenza y una chapuza”, sentenció la coalición soberanista.

EH Bildu aprovechó para recordar que defendió que Atotxa no era el lugar más apropiado para la estación de autobuses, y que su apuesta era por Riberas de Loiola.