donostia - Los psicólogos no han querido esperar a que finalice el año para dar cuenta de la memoria, preocupados por el elevado número de jóvenes al borde del abismo. Los menores vascos figuran entre quienes más recurren al teléfono puesto en marcha por la Fundación ANAR, de ayuda a niños y adolescentes en situación de riesgo, una organización sin ánimo de lucro que en lo que va de año ha detectado “un alarmante aumento de llamadas relacionadas con ideación e intento de suicidio y autolesiones”.

Euskadi es la tercera comunidad, solo por detrás de Madrid y Castilla y León, que más utilizó este recurso en 2014 parar solicitar ayuda psicológica. El servicio atendió el año pasado más de 27.532 consultas realizadas desde el País Vasco, una media de 76 diarias, el 25% de las cuales procedían de Gipuzkoa, según los datos recabados por esta fundación, que ofrece una línea gratuita y confidencial (900 202 010) las 24 horas del día.

La violencia ejercida hacia un menor de edad en cualquiera de sus manifestaciones -maltrato físico y psicológico, abuso sexual...- fue el principal motivo de las llamadas. En segundo lugar, figuran las dificultades de relación entre los menores y su familia, una barrera de incomunicación que puede tener irreparables consecuencias. “La ideación e intento de suicidio y las autolesiones son fenómenos que hablan de la incapacidad de los adolescentes para resolver sus problemas, de la frustración que sienten, lo que les lleva a utilizar esa vía para escapar de ellos”, describe Benjamín Ballesteros, doctor en Psicología y director de la fundación ANAR.

Según los datos que maneja, frente a las 547 llamadas atendidas durante el año pasado en el Estado sobre ideación e intento de suicidio, de enero a septiembre de 2015 ya se han contestado 621.

Y destaca un dato todavía más llamativo. En lo que va de año, quince menores de diez años se han visto afligidos por ese conflicto emocional y conductual, un repunte que coincide con el registrado en Gipuzkoa, donde el año pasado seis jóvenes manifestaron ideas suicidas -cuatro expedientes más que el año anterior-, según la memoria de la Fiscalía.

Las vías del tren Entre los casos registrados en Gipuzkoa figura el de una joven que mostró su voluntad de tirarse a las vías del tren siendo sujetada para impedirlo. Otro chico, según recoge el ministerio público, se hizo cortes superficiales en la muñeca con una cuchilla. Una tercera joven en dos ocasiones, con un intervalo de 15 días, amenazó con quitarse la vida blandiendo un cuchillo.

Hay otras situaciones extremas, como la que vivió un adolescente que se hizo cortes en el cuello también con una cuchilla y se sentó en la ventana con idea de arrojarse al vacío. A su vez, un chico llamó al 112 manifestando igualmente que se quería quitar la vida, y una joven tomó pastillas tras ser amenazada en una red social por unas amigas. “Nos encontramos -señalan desde la Fiscalía- con tres varones y tres féminas, algunos con antecedentes psiquiátricos”.

El psicólogo clínico Patxi Izagirre muestra su extrañeza por la extraordinaria importancia que se le concede hoy en día a la salud física, en detrimento de la mental. “La tenemos desatendida, nos da miedo, pensamos que ya se pasará, y solo nos preocupamos por ella cuando afloran casos mediáticos. Haría falta una mayor labor de prevención”, sostiene.

Casos mediáticos que se suceden estos días con inusitada frecuencia. Las noticias relacionadas con menores fallecidos en dramáticas circunstancias copan estos días buena parte de la actualidad: “Asunta ingirió al menos 27 orfidales; un forense señala que su muerte no fue accidental ni suicida”. “Dos mellizos de Lekeitio supuestamente envenenados con cicuta”. “Una niña de diez años estrangulada por su abuela en Errenteria”. “El juez aprecia indicios claros de que el joven de Legasa falleció a consecuencia de los golpes propinados por su padre”.

Todos estos dramáticos episodios, sostiene Izagirre, reflejan en última instancia “la soledad hacia la que parece caminar el ser humano, una soledad que acaba afectando a todos, tanto a menores como a adultos, a los que se nos está olvidando vivir el presente. Se nos está olvidando disfrutar de lo que tenemos y vivir el momento, como suelo decir, estar estando”.

Una soledad que, según señala Ballesteros, en ocasiones también “es acompañada”. Así ocurre con aquellos chicos y chicas que no tienen comunicación con sus familias y ocupan ese vacío a través de las redes sociales. “Estos adolescentes sienten que no pueden recurrir a la familia y no tienen habilidades para buscar otras vías de solución”, observa.

Pero esta compañía virtual puede ser un arma de doble filo, sobre todo cuando estos menores llegan a ser objeto de escarnio, aún más doloroso sin apoyo familiar. Según recoge la memoria de la Fiscalía de Gipuzkoa, uno de los casos de acoso escolar más llamativo durante el año pasado, reconducido judicialmente, fue el de unas jóvenes que amenazaban a su víctima y además grababan la agresión mediante vídeo y después la divulgaban. “Curiosamente -señala el ministerio fiscal- el agredido era un chico menor de catorce años y las agresoras eran féminas mayores”. En este caso, el colegio impuso a alguna de las jóvenes la medida de expulsión del centro escolar por un tiempo.

Expresiones humillantes Detalla el ministerio público que son muy variadas las circunstancias que hacen que determinados alumnos sean objeto de escarnio: la delgadez extrema de la víctima, su sobrepreso, condición sexual o raza. Y el contenido de las expresiones humillantes, según el ministerio fiscal, muy variado: “Una tabla de surf tiene más curvas que tú, puta ballena de mierda, puta gorda, gordo de mierda, adelgaza obeso, cómete tu casa...”. En definitiva, concluye la Fiscalía, “ser diferente tiene un precio, y en ese aspecto no ha cambiado ni el ser humano ni la sociedad”.

Lo que sí puede cambiar es la ley vigente, como lo ha solicitado esta semana el padre de Roberto Requena, el menor que murió el pasado mes de febrero como consecuencia de una paliza recibida en Tafalla. Familiares y amigos del chaval fallecido se concentraron el viernes en el exterior del Palacio de Justicia de Navarra con motivo del inicio del juicio a los dos menores procesados por la muerte del joven tafallés. Requena pidió a los partidos políticos que, con la cercanía de las elecciones generales, “reformen de una vez” la Ley del Menor, ya que con la actual legislación las penas, “son irrisorias, y hay muchas familias que están sufriendo”, aseguró.