Bermeo - El atunero bermeano Campolibre Alai se hundió ayer en aguas del Océano Índico tras registrar una fuerte explosión y posterior incendio en la sala de máquinas. La tripulación del buque, perteneciente a la empresa bermeana Echebastar Fleet, fue rescatada por otro atunero que faenaba en la zona, el Playa de Anzoras, a unas 300 millas al norte de las islas Seychelles. Un tripulante que realizaba labores de guardia en la máquina resultó herido de gravedad a causa de la deflagración y presenta quemaduras en diversas zonas de su cuerpo. Se espera que la tripulación del Campolibre Alai arribe a Seychelles hacia mediodía de hoy.
Los hechos se produjeron a las 00.01 horas de la madrugada cuando se registró una fuerte explosión en la sala de máquinas del atunero vasco. La tripulación se hallaba descansando en sus camarotes, a excepción de los marineros encargados de las labores de guardia en máquina y puente. La detonación provocó un incendio en el interior del buque y el personal embarcado puso en marcha el dispositivo contra incendios. El fuego, la elevada temperatura existente y el humo imposibilitaban el acceso a la sala de máquinas y el buque comenzó a consumirse sin remisión, pasto de las llamas.
Ante la gravedad de la situación, el capitán del pesquero realizó la pertinente llamada de socorro a la que acudió de manera inmediata otro buque atunero bermeano que faenaba en la zona. Apenas un par de horas más tarde, el Playa de Anzoras llegaba a la zona del siniestro al auxilio del Campolibre Alai. Con el pesquero en llamas y ante la imposibilidad de controlar el incendio, la tripulación compuesta por una treintena de arrantzales vascos, africanos y gallegos, había abandonado el buque y se hallaba en la embarcación auxiliar, de la que fueron rescatados sanos y salvos a excepción de un marinero engrasador que realizaba labores de guardia en la máquina cuando se produjo la explosión. El pescador presenta quemaduras de cierta consideración en distintas zonas del cuerpo.
Al filo de las 7.00 horas el Campolibre Alai comenzaba a hundirse de manera irremisible, víctima de las llamas hasta que finalmente resultó engullido por las aguas del Océano Índico. Entretanto, el Playa de Anzoras puso rumbo al sur a toda máquina para arribar a Seychelles a la mayor brevedad posible y posibilitar que el marinero herido sea atendido. A última hora de la noche de ayer, la tripulación del Campolibre Alai fue trasladada al atunero de la misma compañía, Alakrana, y se prevé que la arribada al puerto de Port Victoria tenga lugar al filo de las 12.00 horas de hoy.
Acuerdo de venta El Campolibre Alai formaba parte de la flota vasca de atuneros-congeladores que faena en aguas del Océano Índico a la pesca de túnidos tropicales. Se da la circunstancia que la empresa armadora de Bermeo Echebastar Fleet había alcanzado un acuerdo para vender la embarcación a unos armadores coreanos y estaba previsto entregar el buque a finales del próximo mes de octubre. En el momento de producirse el siniestro, una representación de la armadora coreana se hallaba a bordo del mismo.
El hundimiento del Campolibre Alai representa un duro golpe para la empresa armadora. Así, Echebastar Fleet ha realizado un enorme esfuerzo inversor durante los últimos meses en la renovación de su flota de atuneros-congeladores con la construcción en astilleros vizcainos de tres nuevas embarcaciones: el Izaro, Euskadi Alai y Jai Alai. Para colmo de desgracias, recientemente se declaró un incendio en el puerto comercial de Bermeo en el que resultó notablemente dañada la sede de la empresa bermeana.
El Campolibre Alai, buque de 79 metros de eslora y 14 de manga, fue construido en 1989 y desarrollaba su actividad pesquera en el Océano Índico a la pesca de túnidos tropicales como patudo, yellowfin y listado. Los piratas somalíes intentaron secuestrar esta embarcación bermeana en dos ocasiones, en septiembre de 2009 y en mayo de 2010, aunque afortunadamente pudo escapar del asedio al que fue sometido.
Otro hundimiento Por otra parte, el atunero gallego Txori Urdin resultó también hundido en aguas del Golfo de Guinea, al sur-sudeste de la capital de Costa de Marfil, Abiyán. La tripulación abandonó el pesquero para refugiarse en la panga o embarcación auxiliar y finalmente fue rescatada por un atunero francés que acudió en su auxilio. Se desconocen las razones que provocaron el hundimiento de esta embarcación construida en acero pero fuentes del sector consultadas apuntan a una vía de agua importante que hizo inútil los intentos de la tripulación por mantener a flote el barco.
La tripulación del Txori Urdin permaneció varias horas a bordo de la embarcación auxiliar. Y es que algunos cargueros que navegaban por la zona se negaron a socorrer a los náufragos ante la posibilidad de que se tratara de piratas. Finalmente, un atunero francés recogió sanos y salvos a los marineros gallegos y africanos para trasladarlos hasta el puerto de Abiyán.