donostia - Un informe encargado por el Ayuntamiento de Mutriku revela que, durante una reciente inspección de la granja de visones situada en el barrio Olatz Goikoa, se halló “montones de estiércol infestados con larvas” de moscas, así como “grandes enjambrazones alrededor de dichos montones”. Por ello, el documento recomienda revisar el sistema de control en las fases juveniles de estos insectos y recoger el estiércol de manera más habitual.
La granja de visones ubicada en este idílico barrio rural de Mutriku es, desde hace años, un quebradero de cabeza para los vecinos de los caseríos de la zona, que llevan casi tres décadas denunciando problemas de malos olores y plagas de moscas y mosquitos como consecuencia de la cría de visones que se lleva a cabo en la citada granja, tal y como publicó NOTICIAS DE GIPUZKOA.
No obstante, parece que las instituciones públicas se han puesto manos a la obra para tratar de buscar una solución y, entre otras cosas, el Consistorio había encargado un informe a la empresa Sitheisa sobre el nivel de población de dípteros de las familias muscidae y calliphoridae (moscas comunes) en la granja.
Según establece el documento, al que ha tenido acceso este periódico, el pasado 1 de julio, en una inspección llevada a cabo in situ, se valoró la incidencia tanto de ejemplares adultos voladores de moscas, como de larvas que podrían proliferar en los sustratos.
En la primera valoración, señala el informe, se buscaron “enjambrazones de adultos volando y se evaluó el número de capturas en trampas colocadas por los operarios”. Los cepos se situaron en diferentes dependencias de la granja y en la zona de cría de los visones americanos. Fue en esta última localización, concretamente en las jaulas, donde se logró “una gran cantidad de capturas de mosca doméstica menor (Fannia canicularis)”.
También se hallaron moscas “entre las filas de las jaulas donde se depositaba el estiércol”, y se detectó ejemplares de otro tipo de moscas, en menor medida, como la mosca verde (Lucilia caesar) y la mosca zángano (Eritalis tenax).
En la segunda fase se pasó a inspeccionar los contenedores donde se depositan el estiércol, las fosas sépticas y las zonas de evacuación pluviales. El objetivo era inspeccionar tanto los montones de estiércol producidos por los visones como los restos de materia orgánica usada para su alimentación -materia prima y comida ya preparada-, sustratos todos ellos “adecuados para la proliferación de larvas”.
En este ejercicio se tomaron muestras, según se explica en el documento, “de los montones acumulados debajo de las jaulas hasta cubrir el total de superficie dedicada a cría, y también de montones de estiércol que estaban siendo retirados en ese momento, así como de los contenedores donde se acumulaba dicho material”. El resultado fue contundente, ya que se volvieron a encontrar enjambrazones de mosca (Fannia canicularis) y también se vio que los montones de estiércol estaban “infestados con larvas” de esta misma especie de insecto.
“Según relataban los operarios de la granja, seguían manteniendo el mismo sistema de control de estos dípteros (muy amplio incluyendo tanto las fases juveniles como los adultos), ya implantado en la visita del 23 de agosto de 2014”, detalla el informe.
Ante esta situación, la empresa vizcaina especialista en control de plagas expone que en “épocas de altas temperaturas y meteoros propicios para la proliferación de dípteros se recomienda revisar y/o aumentar las dosis de inhibidor de fases juveniles y acortar la distancia entre los periodos de recogida de estiércol”.
Recientemente, el Consistorio señaló que estaban a la espera de los resultados de los análisis biológicos realizados en la granja para adoptar nuevas medidas que se trasladarán al criadero para que se pongan en marcha y evitar así la proliferación del problema de las moscas e insectos en los alrededores, que ha obligado a los propios baserritarras a poner trampas para atrapar a estos insectos.
Por otro lado, este periódico también tuvo conocimiento de que la granja abonará al caserío Txurruka las tres gallinas que aparecieron muertas y las siete que desaparecieron por el ataque de un visón.