Córdoba ? El guitarrista australiano Frank Gambale se marchó ayer de Córdoba, donde, con motivo del Festival de la Guitarra, ofreció un concierto y una clase maestra, algo habitual para un artista que defiende que “la música activa partes del cerebro a las que ningún otro arte llega”. Estos días está montando una página web para enseñar a tocar la guitarra a sus alumnos, y confiesa: “Dar clases es una parte importantísima de mi vida”.
En una entrevista con Efe, realizada tras una clase maestra ante una veintena de alumnos y antes del concierto que ofreció ayer en el Gran Teatro, el maestro australiano afincado en EEUU insistió en la importancia que tiene la música para “alegrar el espíritu”.
“Es buena para el cerebro, la música llega a partes de tu cerebro en las que ninguna otra disciplina llega. Está probado científicamente. Ni el lenguaje, ni las artes visuales... La misma resonancia de la música llega donde nada más llega, así que es muy importante, es un arte mayor”, afirmaba el guitarrista que durante años compartió escenario con Chick Corea.
Afable y entregado con sus alumnos, a los que regaló media hora más de clase y a los que enseñó técnica y, sobre todo, carisma y actitud para afrontar la música, Gambale se mostraba encantado con su primera participación en el Festival de la Guitarra, a donde ha llegado gracias al hermanamiento de esta cita con una homóloga que se celebra en Adelaida (Australia).
“Había oído hablar del festival por amigos míos que habían tocado aquí en el pasado, lo que me hace estar excitado por el concierto de esta noche”, apostillaba el músico, que en su directo tuvo que competir a la misma hora con un grande de la historia de la música, Bob Dylan, que esta noche actúa en Donostia y a quien venció, al menos, en conexión con el público.
Su directo fue un repaso de su carrera, que abarca varias décadas, y destacó, sobre todo, por la calidez y la sencillez de un músico cuya técnica (conocida como Sweep picking o barrido) es más apabullante de lo que parece a primera vista, y que le ha merecido elogios de maestros como Pat Metheny.
Al final, Gambale se impuso al calor cordobés, del que por cierto dice que no le afecta porque “solía vivir en el desierto de California”, y triunfó con su banda, en la que destacó el teclista, Kuno Schmidt.
El músico está en la actualidad preparando nada menos que tres discos, uno de blues, otro en solitario enfocado más al jazz vocal, y un tercero, que para él resulta muy especial y entrañable, su primer disco sobre temas de la Navidad.
“El año pasado hice una pequeña cosa de Navidad para mis aficionados, y es lo más cercano a un vídeo viral que he tenido, con millones de visitas”, explica Gambale, que estos días está terminando de montar su página web en la que da clases de guitarra por Internet. Porque para el guitarrista, enseñar es “una parte importantísima” de su vida, algo que lleva años haciendo, según sus propias palabras, para “devolver algo de lo que he aprendido”.
A su juicio, poco ha cambiado desde que él fuera un estudiante estrella, las “preguntas son más o menos las mismas”, y la única diferencia es que las nuevas generaciones tienen mucha información, “pero no siempre de una buena fuente”.
No obstante, Gambale sentencia que para mantenerse en la música, es necesaria “una cierta cantidad de talento natural” y otro tanto de trabajo duro.
“Alguna gente lo tiene y otra no. Pero aun así la música se puede estudiar, independientemente de que seas profesional o no”, recomienda el guitarrista. l