donostia - Red Comète ayudó a centenares de aviadores que sobrevivieron a los ataques de la Alemania nazi, que pertenecían al bando aliado. Les ofrecían su apoyo para cruzar el paso fronterizo del Bidasoa, la zona de Irun y Navarra, entre la Francia ocupada y la España franquista, en su huida siempre con destino a Gran Bretaña. Era una red clandestina formada durante la Segunda Guerra Mundial, cuya historia queda recogida en el documental El Último Paso. Esta película, dirigida por Iurre Tellería y Enara Goikoetxea, narra la historia de algunos hogares vascos que ayudaron a los caídos a cruzar el país para salvar sus vidas y huir del nazismo. Mañana a las 19.00 horas se proyectará en euskera, con subtítulos en castellano, para todos los públicos en el Teatro Principal.
En 1940, Francia estaba ocupada por los nazis y dividida por una frontera interior, “como si fueran dos países diferentes”, explicó ayer en rueda de prensa Juan Carlos Jiménez de Aberasturi, historiador y experto en la materia. La red comenzaba desde Bélgica, pasando por Francia, Donostia, Madrid y llegaba a Gibraltar, desde donde los aviadores, que cayeron en Europa al bombardear Alemania, regresaban a sus países de origen. Al principio solo se aventuraban a cruzar a través de la muga vasca judíos, polacos o ciudadanos británicos que huían de una Francia ocupada. Pero más tarde, todos los movimientos de Resistencia, servicios de información y militares también confiaron en los contrabandistas vascos.
cobijo donostiarra “Muchas veces, los aviadores en las incursiones contra Alemania eran intervenidos y caían en Holanda o en Francia. Entonces, eran recuperados por la Resistencia y había que ayudarlos a pasar la frontera”, contó Jiménez de Aberasturi. Eran los servicios secretos aliados británicos y norteamericanos quienes necesitaban recurrir a “especialistas vascos de los dos lados”. “Donostia jugaba un papel muy importante porque los servicios de las embajadas se citaban en esta ciudad y recogían aquí muchas veces a los aviadores que se escapaban”, concretó, y añadió que “pudieron pasar como 700 personas”.
Por su parte, Iurre Tellería, una de las dos creadoras, anunció que “ya se estrenó en el Festival de Cine de Donostia, en 2011, y ese mismo noviembre en el festival de Salas”. “Nos costó mucho conseguir toda la información, los recursos y conseguir darle una forma al documental que mantuviera el interés y el rigor, pero que al mismo tiempo fuera algo ameno de ver”, comentó. El cambio constante que suponía la clandestinidad dificultó la estructura del vídeo, ya que “no se podían mostrar los cuatro años en la película”. Con la ayuda de una guionista inglesa “conseguimos resumirlo, mediante una historia de ficción, para mostrar los puntos más importantes”. A pesar de que ya han pasado tres años desde su estreno, el alcalde donostiarra, Juan Karlos Izagirre, dio cuenta ayer de esta iniciativa porque esta semana se celebra la travesía anual de los pilotos que aún viven, y tomaron parte en esta parte en la Red Comète. Con más de 90 años, atraviesan cada año diferentes partes del mundo desde sus países de origen para encontrarse en Francia durante tres días y rememorar ese periodo. El alcalde destacó también que la intención de esta actividad es dar a conocer lo que supuso el trabajo de esta red cuyos colaboradores, muchos de ellos donostiarras, ofrecieron cobijo a las personas que huían de la Alemania nazi “con el riesgo que ello suponía”.
Las entradas se podrán recoger gratis en el mismo teatro a lo largo del día, hasta completar aforo. Después del visionado, acontecerá un coloquio, organizado por el negociado de Derechos Humanos del ayuntamiento, con algunos de los familiares de los protagonistas de esta historia, como Joxean Goikoetxea, autor de la música del documental y familiar del miembro de Comète Constantino Goikoetxea, entre otros. También estarán presentes Juan Carlos Jiménez de Aberasturi, las directoras Iurre Tellería y Enara Goikoetxea, y el director de la Filmoteca Vasca, Joxean Fernández.