Huarte. Más de 2.000 personas echaron ayer en Navarra una mano a Lola, una pequeña de 2 años que nació con una enfermedad congénita llamada agenesia, que supone ausencia de miembro. A Lola le falta el brazo izquierdo, sin embargo, cuenta con unos padres y un pueblo entero, Huarte, que la quieren sin límites y salieron a la calle para demostrarlo. Un sol radiante anticipaba el buen día que iba a suponer para Adriana Casamayor y Nacho Bronte, los padres de la pequeña, a la que arroparon cientos de vecinos del municipio y de tantos otros que se sumaron a la carrera solidaria y la fiesta posterior.
Objetivo cumplido, la gran fiesta solidaria permitió recaudar los 20.000 euros que cuesta la mano mioeléctrica con movimiento que ayudará a la pequeña a mejorar su calidad de vida. "Gracias al apoyo de Huarte y de toda la gente que ha participado en la campaña Una mano para Lola, el 29 de septiembre vamos a ponerle la mano a Barcelona y estamos my nerviosos", declaraba la madre emocionada. Adriana ante todo quiso dejar claro que "no queremos engañar a nadie, el dinero que cuesta la mano nos lo devuelven, lo que pasa es que hay que adelantar el dinero".
Un padre nº1 Mientras el padre de Lola corría con el dorsal número 1 en la carrera solidaria donde se agotaron las 500 dorsales disponibles, Adriana expresaba que "el día está yendo muy bien" y mostraba su agradecimiento a todos los que acudieron a apoyarles, tanto en la carrera como en la fiesta solidaria a la que se sumó aún más gente.
Además de los muchos vecinos anónimos, explicaba que también se ha involucrado "gente famosa", lo que les ha permitido realizar un sorteo entre los participantes con la camiseta firmada del mediático cocinero Alberto Chicote o las camisetas de pelotaris o futbolistas. "Supone mucha emoción que por tu hija la gente se mueva así", explicaba la madre de Lola. En la plaza principal de Huarte se pudo disfrutar de multitud de actividades para ayudar a la familia de Lola a conseguir la mano mioeléctrica. A las 9.45 horas comenzó la marcha, con 500 dorsales, y a las 11.30 salió la carrera con otros 500 dorsales, todos vendidos. Mientras los mayores corrían, los más pequeños pudieron disfrutar de los hinchables o actividades de tiro con arco y dantzaris entre otras. En total más de 2.000 personas se unieron a este evento solidario echando una importantísima mano a la pequeña Lola.