donostia - La cuadrilla de Mikel Arzak, el joven donostiarra de 20 años que falleció hace un año en el Paseo Nuevo al golpearle una roca desprendida de Urgull, quiso rendirle ayer un homenaje con la colocación de una placa en el lugar en el que ocurrió el accidente.

En un acto celebrado en la intimidad, los amigos del fallecido situaron la placa -con permiso municipal- en el bordillo de la acera. En este testimonio de lo acontecido, se puede leer el nombre de Mikel Arzak Giménez, seguido por el texto “gran escritor, profesor y músico. Amigo de corazón infinito. Esperemos que continúes cumpliendo tus sueños estés donde estés. Nunca te olvidaremos. Tus amigos de siempre”.

En declaraciones a Euskadi Irratia, Julen Cestero, uno de los amigos que acompañaban a Arzak el día del fatídico accidente, explicó que la de ayer no es más que una iniciativa íntima y sencilla que parte de su cuadrilla de amigos.

Por otro lado, el gobierno municipal de Donostia opinó ayer que la familia de Arzak“ está en su derecho de creer lo que pueda considerar justo”. El portavoz del Ejecutivo de Bildu, Josu Ruiz, se refirió, en una rueda de prensa, a preguntas de los periodistas, a la decisión de la familia del joven de presentar un escrito de solicitud de imputación en el juzgado que investiga el siniestro contra cinco personas, dos de ellas técnicos cualificados del Ayuntamiento de Donostia, por un delito de homicidio imprudente.

El portavoz municipal se limitó a afirmar que la familia de Mikel Arzak “está en su derecho de creer lo que pueda considerar justo” y que, en todo caso, se trata de un asunto “jurídico que se irá resolviendo con el tiempo”.

En este sentido, el amigo Julen Cestero recordó que días antes del trágico suceso ya se había registrado “otro desprendimiento”, pero en el que no se produjo ninguna víctima personal.

Preguntado por las afirmaciones de que pudo existir algún fallo de seguridad que desencadenó el accidente, Ruiz dijo que el Gobierno municipal ya habló de “eso muchísimo el año pasado” y recordó que “siempre ha respetado escrupulosamente todos los informes técnicos”.

Ruiz quiso transmitir un “abrazo” a la familia del joven fallecido y a sus amigos, y a propósito del acto de recuerdo, lo consideró “muy adecuado”. “Es indudable que lo que ocurrió hace un año fue un drama y una tragedia”, concluyó.

El Ayuntamiento de Donostia indicó, pocos días después del accidente, que los primeros informes indicaban que el desprendimiento del monte Urgull que acabó con la vida de Mikel Arzak “se habría producido a causa de las fuertes lluvias registradas los días previos”. Aseguró asimismo que, conforme a estos estudios, la caída de las piedras del monte al Paseo Nuevo no la ocasionaron los trabajos que se realizaban en la zona para afianzar la ladera y evitar desprendimientos. - Efe/E.P.