Donostia - Cayetana Fitz-James Stuart, duquesa de Alba, de 88 años, y su marido Alfonso Díez Carabantes llegaron el domingo a Donostia trasladándose a su villa-palacio Arbaizenea, situada entre Aiete y Morlans, donde pasarán, como todos los veranos, unos días de descanso en la ciudad. Posteriormente irá, a Marbella, pero en esta ocasión Cayetana renunciará, por motivos de salud, a su también habitual estancia en Ibiza.

Durante los últimos meses la duquesa de Alba ha tenido algunos problemas físicos, aunque según sus allegados se encuentra bien, "con los achaques lógicos de una mujer de su edad". Hace algo más de un año, Cayetana de Alba sufrió un accidente en Roma, se rompió el fémur y tuvo que ser operada de urgencia. Desde entonces tiene problemas de movilidad. El invierno pasado sufrió también una fuerte gripe intestinal, que superó, aunque le debilitó su forma física y ha visto mermada su vida social. En junio ingresó en la Clínica Quirón del Sagrado Corazón de Sevilla, para hacerle una revisión rutinaria. Ingresó a las 9.00 horas y fue dada de alta a las 17.00 horas. Estuvo acompañada por su marido y el motivo era hacerse un chequeo médico y comprobar el estado de la válvula craneal que le fue colocada en 2009. Al salir, la duquesa explicó que se encontraba bien y que no era necesaria ninguna intervención quirúrgica. A pesar de todas las prevenciones de los médicos y familiares, ha decidido acercarse a Donostia como viene haciendo desde hace 56 años.

En un principio, la Duquesa de Alba veraneaba en Zarautz, pero tras casarse con su primer marido, Luis Martínez de Irujo Artazcos, marqués de Sotomayor y duque de Aliaga, decidió a partir de entonces pasar las vacaciones en el Palacio Arbaizenea, propiedad de su marido. Luis Martínez de Irujo nació en Madrid, pero era de ascendencia guipuzcoana (Altza). Curiosamente, el segundo marido de la duquesa, Jesús Aguirre Ortiz de Zárate, también era de origen vasco.

Hoy en día el palacio y parque de Arbaizenea, de 20.000 metros cuadrados de superficie, pertenece a la Casa de Alba y es uno de los 20 palacios propiedad de la familia.

En 2006, la Casa de Alba llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento de Donostia por el que cedió quince hectáreas del parque privado para ampliar los jardines de Aiete, y para la construcción de 84 viviendas de lujo. Por su parte, el palacio construido en el siglo XIX, tiene 150 años de historia y ha retenido tres hectáreas de parque, donde se encuentra un roble de 300 años de vida , que se considera como elemento de gran valor ecológico, considerándolo especie protegida.

La casa-palacio de Arbaizenea, antes de su reconstrucción fue un caserío con un gran parque lleno de árboles como un bosque de roble y otras especies. Del antiguo caserío quedan restos de su antiguo lavadero del siglo XVIII. La reconstrucción de la casa, tal como se conoce hoy, se atribuye al duque de Sotomayor, suegro de la duquesa de Alba. Su estructura actual es la clásica de una casa señorial vasca. Está situada en una pequeña colina en una zona privilegiada de Donostia. Entre los elementos protegidos de la propiedad está la fuente Txanpoiene y un tilo plateado. Desde la casa hay una hermosa vista de la Bahía de la Concha La duquesa mantiene la residencia tal como estaba originariamente. Durante estos días, han visitado La Concha donde han sido reconocidos por numerosos vecinos y visitantes de Donostia, y no han podido comer en Casa Nicolasa, porque cerró en 2010 y José Juan Castillo se ha jubilado. Pero seguramente han encontrado consuelo en otros de los muchos y muy selectos restaurantes que ofrece Donostia a sus visitantes. Al parecer, han realizado compras en Biarritz y San Juan de Luz.