Donostia. Cada año se detectan 1.335 nuevos casos de cáncer de mama en Euskadi, con una mortalidad asociada a la enfermedad de 301 fallecimientos anuales. La cifra fue facilitada ayer en Donostia por el Consejero de Salud del Gobierno Vasco, Jon Darpón, en el marco de la presentación de los actos conmemorativos del 19º Día Internacional contra la citada dolencia, el próximo sábado. Darpón compareció junto al diputado foral de Política Social, Ander Rodríguez; la presidenta de la Asociación de Mujeres Afectadas Katxalin, Txaro Beobide; y la doctora de Onkologikoa Arrate Plazaola.

El acto sirvió también para que todos los agentes mencionados hicieran especial hincapié en la detección precoz del cáncer de mama, algo para lo que Osakide- tza dispone de un programa que el próximo 29 de noviembre cumplirá la mayoría de edad. "Durante estos 18 años se han realizado, en condiciones de equidad, más de 1,7 millones de citaciones, con un índice de participación excelente, superando el 80%, lo que supone la realización de un total de 1,4 mamografías", indicó Darpón.

Este servicio ha propiciado desde su puesta en marcha en 1995 la detección de 6.216 cánceres de mama, "la mayoría de ellos en estadios muy precoces, lo que ha permitido realizar tratamientos menos agresivos". "Así, ocho de cada diez mujeres se han podido beneficiar de un tratamiento conservador no mutilante de la mama", agregó el consejero acerca de un programa que ha contribuido a modificar las perspectivas con las que se afronta ahora la enfermedad. "Durante los últimos 25 años todo ha cambiado", confirmó Arrate Plazaola.

progresos La doctora de Onkologikoa indicó que "antes el pronóstico del cáncer de mama era malo". Ahora, en cambio, hay un porcentaje alto de superación de la enfermedad, y con las que no se curan existen muchas opciones de lograr una cronificación de la dolencia. En resumen, el cáncer de mama ahora se cura más, y las que no se curan viven más y mejor que antes", reflexionó. Esto se ha logrado gracias a dos puntales. El ya citado del diagnóstico precoz, ya que "la tasa de supervivencia es de un 90% para los tumores detectados en el primer estadio". Y el de los tratamientos. "Aquí le hemos dado la vuelta a la historia. Se ha estudiado la enfermedad, y ahora podemos hablar de cinco o seis clases diferentes de cáncer de mama. Se trata de ahondar en los tratamientos posibles, y principalmente de identificar en qué casos no hay que dar quimioterapia", concluyó Plazaola, expresando una idea que resumió gráficamente Txaro Arteaga. "Estamos en un momento mucho menos malo para contraer la enfermedad", indicó con aires optimistas.

En lo que respecta a la representación institucional en el acto de ayer, el diputado Ander Rodríguez subrayó el "compromiso" del ente foral con cualquiera de "las tres bases" sobre las que, a su entender, debe sustentarse la sociedad. "La educación, la sanidad y unos servicios públicos de calidad son irrenunciables", indicó Rodríguez, quien también calificó de "imprescindible" la labor de asociaciones como Katxalin.

otros valores Por su parte, Jon Darpón, además de ofrecer datos acerca de la afección que tiene la enfermedad en Euskadi, hizo hincapié en que al referirse al cáncer de mama no solo habla de salud. "También hablamos de valores como la solidaridad, la amistad, el apoyo... Y en este sentido merecen reconocimiento público asociaciones como Katxalin. Es fundamental para nosotros saber que fuera de Osakidetza también hay muchas personas ayudando a las mujeres que sufren por esta enfermedad".

Para la presente semana, Katxalin ha organizado diversos actos conmemorativos del Día Internacional contra el Cáncer de Mama. Desde ayer, el hall del Hospital Universitario Donostia acoge la exposición Ganas de vivir, una muestra fotográfica con instantáneas de mujeres que han superado la enfermedad. El Colegio de Médicos de Gipuzkoa celebra mañana una charla informativa a cargo del oncólogo José Manuel López Vega. Y el plato fuerte llegará el sábado, para cuando está programada una concentración en Alderdi Eder a las doce del mediodía, para formar un gigantesco lazo rosa.