Donostia. "La calidad de la educación se concreta en cada centro, por tanto, el centro debe ser el núcleo del cambio". Sobre esta premisa, el Departamento de Educación del Gobierno Vasco pondrá en marcha el curso que viene un plan pionero que innovará la organización interna de los centros de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) de la red pública en aras de "mejorar el éxito escolar". El plan Hauspoa (fuelle en euskera) conllevará la implantación de la jornada continua en los institutos, la oferta de clases de refuerzo por las tardes, así como la inclusión de las actividades extraescolares, tutorías y reuniones de grupo con las familias durante el horario vespertino.
Entendiendo que el proyecto "traería consigo unas mejoras significativas en la calidad de la enseñanza que se imparte, así como en la atención a los estudiantes y sus familias", los institutos de la CAV están enviando una circular a las familias para someter a consulta su participación en Hauspoa. Y es que su opinión y el aval del profesorado son requisito imprescindible para que el Gobierno Vasco acepte a un determinado centro en este proyecto experimental en el que podrán participar diez institutos, número ampliable en función de la calidad contrastada de los proyectos que se presenten.
Al finalizar el curso, Inspección educativa realizará una evaluación que medirá si realmente la nueva programación del centro ha mejorado el rendimiento escolar, "y cuando hablamos de éxito escolar no nos referimos solo al tema de notas, que es importante, sino también a otros aspectos, como la asistencia a clase, bajar el absentismo, la conflictividad, etcétera... Tiene que haber menos agresividad del alumnado contra el propio edificio del instituto", afirma Jesús Fernández, director de Centros Escolares del Gobierno Vasco. En caso de que sea así, el centro podrá continuar dentro del programa y el Gobierno Vasco brindar al resto de los centros del sistema la oportunidad de implantar experiencias exitosas. "Queremos que estos complementos pedagógicos sean generalizables a otros centros de tal manera que estamos inyectando al sistema educativo un montón de propuestas y actividades que ya estén funcionando con éxito", matiza Fernández.
Nadie obliga a nadie, Hauspoa es un "proyecto de compromiso de centro", dice Fernández, firme defensor de que la clave para alcanzar la excelencia del sistema y mejorar sus resultados es "aumentar la autonomía de los centros, que son quienes mejor conocen sus necesidades y cómo abordarlas".
Conscientes de la expectación que ha despertado entre muchas familias la cuestión de la jornada continua (ahora es de mañana y tarde), Fernández explica que "el proyecto no persigue generalizar el cambio de horario en Secundaria". Según el director de Centros, la jornada continua es "una consecuencia lógica" de la introducción de nuevas actividades extracurriculares encaminadas a mejorar la calidad del centro en cuestión. "Repito, el fin de Hauspoa no es implantar la jornada continuada, de hecho hay un centro que va a participar que ha elegido no implantarla".
Básicamente, lo que se persigue con este plan es dejar atrás el concepto de que "la escuela es una academia en la que se imparten conocimientos", afirma este responsable de Educación, complementando la enseñanza formal -Matemáticas, Inglés, Historia ...- con la educación no formal, "elementos extracurriculares que son fundamentales en la educación de un chaval y queremos que formen parte de la programación del centro". Entre estas actividades que se harían en horario de tarde se incluirían tutorías individuales con los alumnos y sus familias, clases de refuerzo en la biblioteca, las extraescolares típicas, etcétera... "Hay centros que van a trabajar todas las asignaturas rezagadas por el paso de curso, muy especialmente en 4º de la ESO, talleres específicos, tertulias literarias... Dimos diez o doce posibilidades, que la inventiva de los centros ha desbordado", explica.
Así, y pese a la implantación de la jornada continua, el horario escolar se vería ampliado. Según la resolución del 22 de mayo que regula la participación en el proyecto piloto de innovación de la organización interna de los centros, el cambio de horario lectivo "no supondrá ninguna reducción del tiempo lectivo del curso completo". Seguirá siendo de treinta horas semanales, solo que los centros "dispondrán de autonomía" para organizarlos en función de su programación extracurricular. Evidentemente, cambiar del horario de mañana y tarde a la jornada continua provocará la reorganización integral de la dedicación del profesorado para garantizar la viabilidad de las modificaciones que se proponen en el horario del alumnado: horario lectivo, horario lectivo no presencial, etcétera... Así que cada centro deberá presentar al Gobierno Vasco un horario detallado de las funciones no lectivas (seminarios, horas de formación, atención del alumnado con necesidades de refuerzo, atención al alumnado con asignaturas pendientes, horas de recepción a padres y madres...).
Según señala Fernández, la participación en las actividades extracurriculares no son obligatorias para el alumnado, "pero intentaremos que acudan a ellas el mayor número de estudiantes posible". La idea que baraja Educación con este proyecto piloto es que "la actividad de un instituto comience a las 8.30 horas, por poner una hora, y tenga continuidad hasta las 18.00 o 19.00 horas, de tal manera que el chaval o la chavala pueda acudir al colegio a más cosas cuando se acaban las clases, lo que contribuye a su formación integral".
Dada la complejidad e importancia del proyecto, los centros seleccionados contarán con un crédito horario de tres horas lectivas (aquellos centros que tengan hasta ocho grupos de ESO) o de seis horas lectivas (los que cuenten con nueve o más grupos de ESO), que deberán utilizar para hacer el seguimiento del proyecto, garantizar la participación en la red y cumplimentar el informe de evaluación final de proyecto. El equipo directivo determinará el profesorado idóneo para cumplir esas funciones y distribuirá entre este el citado crédito horario.