Donostia. Un centenar de enfermeros, doce bomberos, diez policías municipales y seis efectivos de la DYA protagonizaron ayer un simulacro de incendio en una discoteca de Donostia, organizado por el Colegio de Enfermería de Gipuzkoa (COEGI). El ejercicio se llevó a cabo desde las 12.00 horas en la abandonada discoteca Joy Eslava, y formaba parte de las prácticas de clausura del Curso de Experto Universitario en Enfermería de Urgencias y Emergencias del COEGI, donde cien titulados en Enfermería reforzaron su formación universitaria durante 250 horas.
El siniestro simulado originó víctimas ficticias por intoxicación, aplastamiento y traumatismos debidos a un derrumbe dentro de la discoteca, e incluso una de las víctimas se precipitó por una barandilla desde varios metros y tuvo que ser rescatada por los Bomberos mediante un sistema de poleas.
Competencias Según Nicolás González, profesor instructor y encargado de la organización, el simulacro sirve a los alumnos para "adquirir destrezas y competencias" que, "quizá", no se hayan tratado durante la carrera de Enfermería y además les ayuda a aprender a soportar situaciones de estrés para poner así en práctica los conocimientos adquiridos.
Por parte de los Bomberos, Imanol Andonegi aseguró que en este tipo de siniestros "lo más importante es disponer de toda la información posible", como por ejemplo el número de asistentes o salidas existentes, y subrayó que "el momento más difícil" a la hora de intervenir es al comienzo, cuando hay que coordinar a todos los cuerpos de emergencia.