Síguenos en redes sociales:

"Esta sentencia es un motivo de satisfacción y celebración frente al involucionismo"

Más de 300 parejas de gipuzkoa ven avalado por el constitucional su matrimonioColectivos de gais y lesbianas vascos critican la actitud del Partido Popular de "homofobia absoluta" durante siete años

"Esta sentencia es un motivo de satisfacción y celebración frente al involucionismo"

Donostia. Tras siete años de incertidumbre y de temor a que los matrimonios entre personas del mismo sexo pudieran considerarse inconstitucionales, miles de gais y lesbianas pudieron respirar ayer tranquilos tras conocer que el Tribunal Constitucional fallaba en contra del recurso presentado por el Partido Popular en 2005.

"Que el Tribunal Constitucional falle a favor de los derechos de las personas del mismo sexo es un motivo de satisfacción y de celebración frente al involucionismo de la derecha. Personalmente, y lo digo de corazón, me alegro la hostia", declaraba ayer a este periódico Mikel Martin, activista de la asociación Ehgam (Euskal Herriko gay-les askapen mugimendua).

"Estamos muy contentos porque era lo que queríamos. Ha salido como tenía que salir, como dicta la lógica", celebraba a su vez Mikel Elosegi, activista de Gehitu, que lleva seis años casado con su marido.

Sergio Íñiguez, marido del ararteko Iñigo Lamarca, también valoraba el fallo del Tribunal Constitucional, sin embargo, lamentaba que haya tenido que ser necesario llegar a este punto. "El paso de hoy -en referencia al fallo hecho público ayer- ha sido para nosotros como una reválida y esto, en cierta manera es triste; que como colectivo te tengas que volver a examinar sobre tus derechos es una pena", afirmaba.

En cualquier caso, los tres coincidían en señalar que ayer finalizó un periodo de siete años que ha estado lleno de incertidumbres por el temor que generaba la posibilidad de que el Constitucional aceptara el recurso presentado por el Partido Popular. "Han sido siete años de mucha incertidumbre para miles de personas. Gracias a este paso, de estar en el limbo vamos a pasar a tener la certeza de que se confirma un derecho al que se han acogido más de 20.000 parejas desde 2005 -307 de ellas en Gipuzkoa hasta este marzo, según datos del Eustat-. De estar kili-kolo y nerviosas van a poder vivir con tranquilidad. Y es que en el fondo, vivir intranquilo no es vivir", apuntaba Martin. "Nos ha tocado vivir expectantes este proceso porque no era una cosa sobre la que pudiéramos hacer algo, salvo reivindicarnos. Solo nos quedaba esperar", reconocía Elosegi.

Y es que la gran carga ideológica sobre la que está cimentado el Tribunal Constitucional era algo que preocupaba especialmente a los colectivos de gais y lesbianas. "La idea, desde el principio, era que la sentencia iba a ser favorable a nuestros derechos, pero la incertidumbre venía por ese componente político de los miembros", explicaba Íñiguez.

jarro de agua fría Tras conseguir que, el 30 de junio de 2005, el Congreso aprobase las bodas entre parejas homosexuales, el recurso presentado por el Partido Popular, que entendía que la norma vulneraba el artículo 32.1 de la Constitución que reconoce el derecho "del hombre y la mujer a contraer matrimonio en plena igualdad", resultó ser un jarro de agua fría para los colectivos de gais y lesbianas. "La aprobación del matrimonio gay fue la bomba, porque fuimos unos precursores a nivel mundial. Por eso, cuando salió el tema del recurso del Partido Popular no nos lo esperábamos. Después de la gran alegría, encontrarnos de repente con esta muestra de homofobia absoluta por parte del Partido Popular nos sorprendió mucho. Pensamos que no seguirían adelante con ello", recuerda Elosegi.

"Me da pena por el PP, porque creo que ha perdido una gran oportunidad. Han tenido siete años para retirar el recurso y enmendar el error que habían cometido al presentarse como una derecha ultracatólica y ultraconservadora, luchando en contra de la igualdad de gran parte de la población y en contra de la igualdad de gente de su propio partido. Creo que dentro del partido ha habido un fuerte debate sobre este tema y pienso que hoy mucha gente del Partido Popular va a respirar tranquila", confesó Íñiguez.

Martin, por su parte, tampoco pasó por alto la actitud de los populares durante estos siete años. "La derecha sigue anclada en el involucionismo y no se ha dado cuenta de que el mundo está evolucionando y de que los derechos civiles tienen que ser iguales para todas las personas, al margen de con quién nos acostemos. Por desgracia, todavía hay gente que no está por la labor de reconocer que esto es así. Lo hemos visto con el recurso de inconstitucionalidad", denunció el activista de Ehgam.

siete años de normalidad La aprobación de los matrimonios homosexuales ante la ley fue considerada por los sectores más conservadores de la sociedad como un atentado contra el modelo tradicional de familia. Sin embargo, siete años más tarde, algunos de sus protagonistas valoran la normalidad con la que hoy en día se aceptan estas uniones. "Parecía que si los gais nos casábamos iba a ser una hecatombe y lo que ha pasado es que no ha pasado absolutamente nada. La sociedad está descubriendo que hay mucha más gente gay de lo que creían, que se casan, van a las bodas y se lo pasan pipa. Es una cosa absolutamente normal", afirmó Elosegi.

"Las primeras bodas homosexuales tuvieron muchísima repercusión mediática, pero poco a poco fueron convirtiéndose en algo normal", recordó Íñiguez, que fue uno de los pioneros en celebrar una boda homosexual en Euskadi. "En cuando nos dejaron, nos casamos", afirmó. "Una cosa llevó a la otra. Estábamos viviendo juntos, llevábamos muchos años reivindicando ese derecho y cuando se nos presentó la ocasión dijimos: Vamos a celebrarlo. Para nosotros supuso poner de manifiesto ante nuestros amigos y nuestras familias nuestro proyecto en común", aseveró.

Elosegi también contrajo matrimonio en cuanto pudo. "Nos casamos el año en que se aprobaron los matrimonios gais. Llevábamos un montón de años juntos y decidimos que era el momento", contó.

Ambos han ganado en tranquilidad después de haber legalizado su situación sentimental. "El matrimonio te da una serie de derechos y obligaciones con respecto al cónyuge. Para mí, todo lo relacionado con los derechos sanitarios era muy importante, por si algún día a la otra persona pudiera pasarle algo grave. Antes, pasaban esas cosas y ante la ley no eras nadie", señalaba Íñiguez.

Además, los matrimonios homosexuales han contribuido a rebajar la discriminación social que los miembros de estos colectivos sentían. "Te encontrabas con situaciones en las que la gente te hablaba de su mujer o su marido y tú tenías que hablar sobre tu pareja. Ahora puedo hablar sobre mi marido y me quedo más ancho que largo", celebra Elosegi.

Por todo ello, no pueden entender que haya quien siga pensando que el matrimonio entre personas del mismo sexo sea algo nocivo para la sociedad. "Nos estaremos hundiendo por muchas cosas pero no porque se haya aprobado el matrimonio homosexual. El ampliar los derechos de la ciudadanía en ningún momento va a suponer un problema para la sociedad, sino todo lo contrario", destacó Íñiguez.