Donostia. La organización ecologista Eguzki pidió ayer a la Diputación de Gipuzkoa que evite fumigar los cultivos forestales intensivos -pinares- con el plaguicida Foray 48B desde el aire y mediante avionetas.
El colectivo expresó que este plaguicida está compuesto por la bacteria bacilus turigiensis, utilizada en la agricultura ecológica con tratamientos muy localizados en cultivos o plantaciones frutales. No obstante, según la agrupación naturalista, el riesgo se produce por realizar una fumigación aérea masiva, "sin ningún tipo de discriminación, alcanzando manantiales, cursos de agua, explotaciones agropecuarias, así como numerosas especies de flora y fauna salvaje".
Eguzki señaló, asimismo, que la fumigación "puede terminar de rematar" la población de abejas, dada "la delicada situación de este insecto, fundamental en la polinización de las flores y los graves efectos de la invasión de la avispa asiática en sus poblaciones". "Hacemos un especial llamamiento a los apicultores, a las agricultores que trabajan por la soberanía alimentaria y a los responsables municipales de los 60 municipios afectados por la fumigación, para detener esta nueva acción consecuencia de la política forestal intensiva de Diputación", manifestó este grupo ecologista.
europa La agrupación naturalista recordó que la Directiva europea 2009/128/CE, sobre el uso sostenibe de los plaguicidas, establece en su artículo 9 que con carácter general los estados garantizarán la prohibición de las pulverizaciones aéreas.
Eguzki centró sus críticas en los propios pinares fumigados, "producto de una política forestal caduca, perteneciente al pasado, e inscrita en una visión neoliberal de las montañas, y que ha buscado explotar y extraer de manera intensiva y hasta la saciedad los recursos naturales de nuestras montañas". "Sin embargo, con el fin de garantizar un medio ambiente y una salud pública adecuadas, la Diputación debe reorientar y corregir este tipo de prácticas intensivas, impulsadas por sectores privados con claros intereses particulares (Asociación de Propietarios Forestales), financiándose además esta última fumigación con dinero público (83.000 euros)", aseguró el colectivo mediante una nota.
Estos pinos, abundaron los ecologistas en ese texto, se encuentran "aquejados de numerosas enfermedades originadas precisamente por la política forestal intensiva y de monocultivos comerciales llevada anteriormente durante décadas por este ente foral."
Por todo ello, Eguzki solicita a Bildu "cumplir las promesas electorales dirigidas a la recuperación masiva de nuestros maltratados bosques naturales, mientras que a la Diputación le pide "activar cambios urgentes en determinadas jefaturas y responsables de montes, ya que se están dedicando a gestionar intereses privados y políticas ultraintensivas, con sus nefastas consecuencias".
Asimismo, la agrupación ecologista insta a la Dirección foral de Montes y Medio Natural que "comience a dedicarse a la conservación de áreas protegidas, hábitats naturales y especies amenazadas y que abandone las políticas neoliberales del pasado y el desvío de los fondos públicos forales hacia sectores y lobbys privados como el forestal".
Por último, señala que el Departamento de Desarrollo Rural "dedique el dinero de las fumigaciones en otros temas como en investigar métodos efectivos para erradicar o limitar la proliferación de la avispa asiática".