Donostia. Las universidades vascas y los colegios de abogados se preparan para afrontar las novedades que la Ley de Acceso a la Abogacía y Procuraduría, aprobada en octubre del pasado año, va a acarrear para los nuevos graduados en Derecho.

Si hasta ahora bastaba con colegiarse para que una persona con titulación en Derecho pudiera ejercer como abogado o procurador de tribunales, la nueva ley establece tres requisitos para la obtención del título profesional de abogado. En primer lugar deberán realizar un curso específico, similar a un máster de posgrado. Además, tendrán que realizar unas prácticas externas y, finalmente, deberán superar una evaluación de la aptitud profesional, similar al examen del MIR al que se enfrentan los médicos.

Estos nuevos requisitos permitirán a los graduados ejercer como abogados tanto en el Estado como en el resto de Europa, ya que la entrada en vigor de esta nueva ley permite equiparar la formación impartida en las universidades estatales con la impartida en el resto de la Unión Europea.

"Se trata de una serie de medidas dirigidas a mejorar la capacitación de los futuros abogados, antes de que comiencen a ejercer como tales, tal y como ocurre en otras profesiones", valora Juan Ignacio Manso, abogado en ejercicio y miembro de la junta de gobierno del Colegio de Abogados de Gipuzkoa.

"El objetivo principal de la norma es mejorar la calidad de los profesionales, tratar de acercarnos a la excelencia en la prestación del servicio de la abogacía y en la capacitación de sus miembros, desde el momento inicial en que un licenciado o un graduado en Derecho toma la decisión de ejercer como abogado", explica este letrado, que además ve con buenos ojos la equiparación formativa con el resto de Europa. "Nos acercaremos más a los requisitos establecidos en muchos países para el ejercicio de la abogacía y, desde luego, facilitará el ejercicio de profesionales en diferentes países de la Unión Europea", sentencia.

máster, prácticas y examen El primer paso que deberán dar los nuevos graduados tras acabar la carrera de Derecho será realizar un curso específico de un año de duración y 60 créditos, que tendrá un enfoque más práctico que teórico. "Se tocarán muchas asignaturas, pero siempre desde un punto de vista más práctico. Con el Plan de Estudios que presentamos y que ya fue aprobado, intentaremos ofertar unas especialidades", señala Manso.

Estos cursos se impartirán en las propias universidades, las escuelas de práctica jurídica de los colegios de abogados o las dos instituciones conjuntamente, si bien no queda del todo claro cuándo comenzarán a impartirse. Según informa el propio Manso, el Colegio de Abogados de Gipuzkoa y la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) empezarán con los cursos este mismo octubre. Por su parte, la Universidad de Deusto parece haber pospuesto el máster hasta el curso 2013-2014.

Una vez concluido este curso, los alumnos realizarán prácticas externas de seis meses que contabilizarán como 30 créditos. Podrán elegir entre despachos de abogados, empresas, organizaciones sociales, Administraciones Públicas o notarías. "Intentaremos que estén en un despacho con un profesional, que oriente y dirija al alumno. Lo ideal sería que él mismo pudiera elegir el ámbito que le guste pero al ser una situación nueva para todos veremos hasta dónde podremos llegar", indica el letrado.

Finalmente, los graduados deberán realizar un examen final que confirme que están cualificados para ejercer la abogacía. "Será una evaluación única e idéntica para todo el territorio nacional y consistirá en una prueba escrita que constará de dos partes, una primera tipo test de 50 preguntas y una segunda que será un caso práctico", explica Manso.

Aunque todo parece indicar que el primero de estos exámenes se convocará en el primer semestre de 2014, las fechas no están cerradas.