AUNQUE el camino haya estado lleno de discrepancias y controversias, la asociación de agroturismos y casas rurales Nekatur ha llegado a los veinte años, y los va a celebrar hoy, a partir de las 19:00 horas, en un acto organizado en el Balneario de Zestoa.

La fiesta pretende ser un homenaje a todos los que han formado parte de la asociación, entre los cuales se encuentra Kontxi Argaia, la encargada del agroturismo Arruan Haundi de Deba, y una de las personas que ha seguido todo el proceso desde el comienzo. "Al inicio todo es arrancar, pero en ese arranque hay mucha emoción -explica Argaia-. Nosotros llevábamos unos cinco años como agroturismo, desde Bruselas surgieron ayudas para los caseríos, y decidimos formar parte de la asociación".

Aitor Iruretagoiena, del agroturismo Sagarmaneta de Aia, coincide con que el peso las instituciones fue decisivo en la creación de Nekatur, ya que, según recuerda, "en aquellos tiempos, cuando se abría un agroturismo, una de las condiciones de la Diputación era que se perteneciera a la asociación". En un principio, Nekatur estaba compuesto únicamente por agroturismos aunque, al poco tiempo, se sumaron las casas rurales. Fue el punto de partida de una larga discusión.

Iruretagoiena afirma que dentro de Nekatur existe gente "que quiere cuidar, mantener y trabajar el medio rural y gente con ideología de hostelería", pero plantear la controversia entre casas de agroturismo y casas rurales sería simplificar el debate. Patxi Arroyo es el propietario de la Casa Rural Iketxe, en Hondarribia, y cree que la única diferencia entre los agroturismos y las casas rurales es que los primeros tienen explotación agrícola y los segundos no. "Desde fuera, todo se ve igual", afirma, mientras señala que "gente que se ha aprovechado" hay en todos los lados. "Existen quienes han puesto una casa de agroturismo con cuatro vacas para recibir ayudas económicas de hasta 30.000 euros, para después retirarlas. Y, evidentemente, también existe gente de buena fe con explotación agrícola", admite. Asimismo, critica a los que hacen del turismo rural un negocio: "Nosotros nos dedicamos exclusivamente a esto, mientras hay gente que, teniendo otro trabajo, ponen en marcha una casa rural como una explotación".

valores

"Imprescindibles"

Por su lado, Iruretagoiena considera "imprescindible" insistir en la conservación de ciertos valores: "Desde fuera se habla de datos, pero eso crea una imagen distorsionada de la situación: no se le da importancia al sector, sino a la actividad", explica. En la misma línea, Argaia percibe últimamente la intención de impulsar un modelo que tiene que ver con "una atención convencional" dentro del turismo: "Nosotros somos una oferta muy sui géneris, y eso es lo que nos va mejor. No tenemos ningún interés por competir con nadie, competir es una mala palabra".

El problema surgió cuando, según ellos, la Administración empezó a aplicar la lógica hostelera en un ámbito que no se mueve en esos términos. "Hace unos cinco años -recuerda Argaia- se empezó a hablar de calidad, no la que habíamos tenido hasta entonces, sino una calidad que pudiera ser comparativa con los hoteles, y todo el tema de los lauburus y las estrellas. Pero el agroturismo es otra fórmula, con diferentes características, más cercano, y con una noción de calidad que, desde los baremos convencionales, no es posible valorar, y además se puede entender como mala".

Pese a todas las discrepancias que existen dentro de la asociación, Iruretagoiena cree que "los objetivos de todos son iguales, y aunque la asociación deberá afinar sus criterios, seguirá siendo necesaria para que no nos machaquen por todas partes". Argaia comparte la misma opinión, y considera que tanto los agroturismos como las casas rurales deberían seguir unidos en la asociación, "porque juntos somos más fuertes". Además, de cara al futuro, aconseja crear diferentes apartados dentro de Nekatur: "El agroturismo debiera tener su propio apartado, para así poder integrar dentro de su actividad turística no únicamente las normativas convencionales, sino las preocupaciones de cultivo y de ganadería. Eso daría vida a la asociación, haría que se sustentara con más facilidad y menos subvenciones".