Donostia. La Audiencia Provincial de Gipuzkoa confirmó ayer el castigo de diez años de internamiento impuesto por el Juzgado de Menores al joven azpeitiarra Ander Etxeberria por el asesinato de Amaia Azkue. En su resolución, el juez desestima el recurso de apelación presentado por el abogado de la defensa y confirma "íntegramente" el fallo condenatorio previo.

Etxeberria seguirá recluido en el centro de menores de Urretxu, donde permanece desde que se entregara a las autoridades el 17 de agosto del año pasado. Además de los diez años de encierro, se ratifica la medida complementaria de los cinco años de libertad vigilada, periodo en el que tendrá prohibido acudir a los términos municipales de Zarautz, Getaria y Orio, donde residen los allegados más próximos de la mujer asesinada el 16 de marzo de 2011.

El texto judicial refrenda la sentencia publicada el pasado 2 de abril, tras el juicio celebrado en el Juzgado de Menores, al observar que existen pruebas de cargo "más que suficientes" para demostrar la autoría del asesinato. Según afirma el magistrado Augusto Maeso, no hay motivos para considerar "ilógica e irracional" la condena; muy al contrario, según contrasta, "el conjunto de pruebas" existentes indican "claramente" la "intervención" del condenado en el crimen.

Se confirma, por lo tanto, que Ander Etxeberria abordó a Amaia Azkue en el parking del Eroski de Zarautz, le sustrajo dos tarjetas bancarias de las que más tarde sacó 600 euros y la agredió en dos ocasiones. El último de los ataques fue el más brutal. Golpeó insistentemente con una piedra a la víctima antes de abandonarla sin vida en el embalse de Ibai-Eder (Azpeitia). Además, se da por demostrado el móvil del robo.

Este fallo llega dos días antes de que venza el plazo de nueve meses en los que un menor -Ander tenía 17 años cuando cometió el asesinato- puede permanecer recluido sin sentencia firme. Esta última resolución eleva a dicha categoría el castigo, de modo que el condenado permanecerá en el centro de internamiento.

En caso de que el letrado que ha ejercido su defensa, Joanes Labayen, pusiera un recurso de casación, no cabría la posibilidad de que Ander saliera a la calle hasta que llegara un nuevo fallo judicial. Aunque el abogado donostiarra no ha descartado la apertura de una nueva vía apelatoria, la semana pasada declaró que se trata de una opción "muy restringida y complicada", por lo que su apertura se presupone improbable.

recurso Labayen registró el recurso de apelación contra la sentencia condenatoria el 13 de abril. En su impugnación, afirmaba que el "ensañamiento" con el que se acabó con la vida de Amaia Azkue apunta "a un crimen pasional". Asimismo, ponía en duda la diligencia con la que se guardaron algunas pruebas y apuntaba hacia la existencia de una tercera persona como autor del crimen, en consonancia con la segunda versión -en la primera confesó la autoría- ofrecida Etxeberria. Por ello, se defendía la inocencia del condenado.

El fallo de ayer responde uno por uno a los argumentos de la defensa. La Audiencia refrenda que "no existen pruebas objetivas, ni subjetivas o declaraciones que ubiquen al menor fuera del escenario" del crimen. Sobre la posibilidad de que dicho "tercer hombre" fuese el autor de la agresión sufrida por la abuela de la novia de Ander, se explica que el recurso "no se acompañó" de la denuncia sobre este ataque. Esta mujer fue la única testigo presentada por la defensa a la vista de apelación celebrada el 7 de mayo.

El texto judicial también recuerda, entre otros aspectos, que los restos biológicos de Ander y de la víctima se hallaron "en el cordón con el que esta fue atada, en un cinturón hallado en el maletero y en un trozo de tela" utilizada para maniatar a la víctima. Sobre la alegación de que no se cumplió con la cadena de custodia de las pruebas, además, la Audiencia ratifica que esta se mantuvo "de manera escrupulosa", al mismo tiempo que critica a la defensa por no impugnar tales indicios en el momento procesal oportuno.