EL peregrino Marcelino Lobato, asentado en Logroño desde 1971, recorrerá, ataviado con la vestimenta que portaban los peregrinos en los siglos XI y XII, el Camino Ignaciano que hizo San Ignacio de Loyola en 1522 desde Gipuzkoa a la localidad barcelonesa de Manresa.
Lobato, una figura muy conocida entre los peregrinos del Camino de Santiago por su peculiar vestimenta, detalló que desde hace cuarenta años recorre a pie distintos caminos de peregrinación, como los de Santiago, del Ebro, de la Plata y de los Milagros, en la mayoría de las ocasiones en solitario, aunque a veces le han acompañado su burro Teodoro y su perra Mora.
Este leonés jubilado, que el próximo mes de junio cumplirá sesenta años, explicó que será la primera vez que recorrerá el Camino Ignaciano, de unos 650 kilómetros que discurren por la CAV, La Rioja, Navarra, Aragón y Catalunya.
Su deseo es iniciar el recorrido hoy desde el Santuario de Loiola, con la previsión de tardar un mes en completarlo en Manresa. Pero no lo hará todo seguido, dado que tendrá que interrumpirlo para participar en algunas actividades de carácter religioso. "Mi idea inicial era recorrer el camino con mi burro Teodoro, que tiene como unos veinte años y que me ha acompañado en varias de mis peregrinaciones, pero no puedo hacerlo porque tengo que interrumpir el viaje para asistir al Rocío, al Santuario de la Virgen de la Cabeza en Andújar (Jaén) y a Caravaca de la Cruz (Murcia)", subrayó.
Como es habitual en él cuando peregrina, portará la vestimenta medieval de los primeros peregrinos, consistente en una túnica con incrustaciones de conchas, un cíngulo blanco con la típica calabaza para beber, un gorro con una vieira, un zurrón y una vara terminada en una cruz con flores. Lobato ha recorrido cerca de 100.000 kilómetros en sus diferentes peregrinaciones, tanto en el Estado como en otros países europeos, y ahora inicia la que le permitirá recorrer el trayecto que realizó el fundador de la Compañía de Jesús en el siglo XVI.