Preparados contra el agua en 50 minutos

HAce dos fines de semana, al igual que en toda Gipuzkoa, las alarmas saltaron en Irun por las fuertes lluvias y por el peligro de posibles inundaciones. Este fenómeno no es ajeno a la ciudad, más bien al contrario, especialmente en el caso del barrio de Behobia.

La última vez que la suma de fuertes lluvias y la marea les jugaron una mala pasada fue en 2009. Al año siguiente, el Ayuntamiento decidió tomar medidas para tratar de paliar este peligro o, al menos, minimizar su incidencia. De esta forma, se contrató la instalación de un sistema de 19 compuertas móviles. Hace dos semanas, se activó el protocolo para su instalación, pero no se pudo comprobar su eficacia, ya que el río no llegó a desbordarse. Ayer, Protección Civil y Policía Local realizaron un simulacro para mostrar su funcionamiento.

Según explicó Beñardo Cazorla, responsable de coordinación con Protección Civil en la Policía Local de Irun, "cuando desde el Gobierno Vasco se activa un aviso amarillo por lluvias, lo que manda el protocolo es estar pendientes de los niveles del río y, si este supera los cuatro metros, Protección Civil se pone en marcha para instalar este sistema de compuertas". Al superar los 5,5 metros de altura, la alerta es naranja y la Policía Local avisa a los vecinos para que desalojen los garajes y locales. "Superados los seis metros, se pasa a situación de alerta máxima", concretó Cazorla. "Tenemos un margen de unas cuatro horas para colocar las compuertas", añadió Emilio San Juan, responsable de Protección Civil en Irun.

"Su colocación es muy sencilla, con un sistema de pilares desmontables sobre los que se colocan las compuertas, que se ajustan con un sistema hidráulico, similar al del gato de un coche", relató San Juan. "En nuestro caso, se colocan de una en una y luego, otra persona comprueba que están bien fijadas; en caso de que haya huecos, se sellan con silicona y toda esta tarea, se ejecuta en 50 minutos", explicó el responsable de Protección Civil.

Las compuertas que se emplean en Behobia constan de un marco de acero de 70 centímetros de altura, rodeado de una funda de neopreno de siete milímetros de grosor que, en contacto con el agua, se expande y forma un sello estanco. "Es un sistema llamado Flood Gate, que se utiliza bastante en países como Holanda, Francia y el Reino Unido y que creemos que aquí, en Behobia, puede ser bastante efectivo", señaló ayer el alcalde de Irun, José Antonio Santano. El primer edil destacó que "este sistema ha tenido un coste relativamente modesto, inferior a los 50.000 euros".

No obstante, el alcalde de Irun señaló que "lo que de verdad sería una solución a la mayor parte del peligro de inundaciones sería un dragado del río". En este sentido, Santano indicó que "hemos trasladado esta petición tanto a las autoridades del Estado español como a las francesas, ya que las dos administraciones tienen que ver en todo esto". "Nos consta que se está trabajando en este tema, porque el dragado debería hacerse con sumo cuidado para preservar el valor ecológico de la zona", concluyó el primer edil.