Donostia. La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) detectó en agosto una cantidad ínfima de clembuterol en la orina del ciclista Alberto Contador. La historia posterior no ha pasado desapercibida para nadie y menos para los guipuzcoanos, quienes escucharon sorprendidos que el posible foco de la existencia de esa sustancia en el cuerpo del deportista madrileño provenía de un solomillo comprado en Irun.

Desaparecido el cuerpo del delito por obvias razones sólo queda elucubrar con la procedencia de esa carne y los análisis superados.

Si esa irrecuperable pieza cárnica hubiera pasado un análisis en la Fundación Kalitatea (que agrupa alrededor de 1.800 ganaderos vascos), el clembuterol se hubiese detectado con sólo examinar el pelo de la vaca.

Este organismo que controla los productos con Eusko Label aplica desde hace pocos meses una certera técnica desarrollada por Neiker-Tecnalia, capaz de detectar restos de clembuterol en "cantidades ínfimas", según explica a este diario Gorka Aduriz, responsable de laboratorio del Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario.

Este investigador detalla que tan sólo hay dos centros en el Estado capacitados para llevar a cabo este tipo de cualificados exámenes. "Se trata de exhaustivos controles de la carne, en los que se toman muestras de la orina y el pelo del animal en vivo", explica Aduriz.

Este científico agrega que el novedoso sistema cuenta con la garantía de fiabilidad de la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC), órgano que declara la competencia técnica de los evaluadores, y que recientemente ha reconocido la calidad de estos análisis. "A nivel legislativo se trata de cumplir con unos parámetros mínimos de calidad. En nuestro caso, siempre se han superado con creces las cifras exigidas", afirma Aduriz.

muestra El mecanismo de aplicación de este estudio analítico comienza con la toma de una muestra de pelo de la vaca o ternero y el proceso se prolonga durante dos días.

En ese tiempo, la muestra es sometida a un complejo análisis, que impide prácticamente con toda seguridad que una res con clembuterol llegue a la boca de los consumidores.

Aduriz destaca que en los últimos quince años no se ha detectado en Euskadi ningún caso en el que un animal presentase esta sustancia, usada para aumentar el volumen muscular de la res y disminuir el porcentaje de grasa.

En este sentido, el presidente de la Asociación Española de Historia Veterinaria, José Manuel Etxaniz, asegura que en Euskadi los controles cárnicos son "muy rigurosos", de tal forma que la información sobre las reses se conoce desde "el establo a la mesa".

Etxaniz recuerda que la legislación sobre los análisis de carne es la misma para todos los países miembros de la UE, por lo que difícilmente una sustancia como el clembuterol puede llegar al estómago del consumidor.