"Bizkor' era fiel, noble, cariñoso y trabajador"

Oñati. Le conocían como el Indurain de los perros pastor. Entre sus galardones exhibía seis campeonatos de Oñati, los últimos cinco consecutivos, entre 2005 y 2009.

A Bizkor poco le restaba para jubilarse, tenía once años, pero su bravura hizo que se enfrentase a otro macho de mayor envergadura cuando ambos se encontraban en torno a una perra en celo. Así perdió la vida el 21 de julio.

Ningún animal alcanzó tantas txapelas como Bizkor en la competición oñatiarra, por lo que ayer recibió un homenaje de la organización con la lectura de un bertso y una poesía en castellano y la colocación en su memoria de dos fotos en la zona de competición.

Su dueño, José Mari Jauregi, recuerda a este pastor vasco del Gorbea como un perro "fiel, noble, cariñoso y trabajador". "No me ha dado más que alegrías. Siempre atento, siempre mirándome. Tenía todo para el dominio del rebaño: era muy rápido y obediente. Lo único que le fallaba un poco era el tamaño, que era pequeño y tenía que trabajar más para llevar el rebaño", señala Jauregi.

El baserritarra alavés asegura que el día de julio en que murió Bizkor se llevó "una pena terrible", aunque no tardó en iniciar la preparación de otros perros. Es el caso de Leze, otro pastor vasco del Gorbea, biznieto de Bizkor, con el que ayer logró el tercer escalón del podio. "Éste tiene tres años y no lo había andado mucho porque las tareas más difíciles siempre las hace el que más sabe, en este caso Bizkor. Pero cuando me faltó a partir de julio, no tenía más opciones", manifiesta el pastor alavés.

El descendiente de Bizkor aún está en fase de aprendizaje, si bien Jauregi "está contento" con su evolución. "Siempre me mira y es rápido", describe este avezado baserritarra, quien reconoce que todavía debe practicar más con la prueba de las banderas para que Leze comience a parecerse al recordado Bizkor.