Donostia. La Sociedad de Ciencias Aranzadi ha publicado un pequeño libro divulgativo que, bajo el título de Rana pyrenaica: una reliquia del Pirineo, recoge un estudio sobre esa especie de anfibio endémica de la cordillera pirenaica. La rana se reparte entre el parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido (Huesca) y el valle de Irati (Navarra) con una pequeña penetración en Iparralde (Departamento de los Pirineos Atlánticos).

La especie habita en torrentes de montaña, de aguas rápidas, frías y oxigenadas, y en Aragón se encuentra también, ocasionalmente, en abrevaderos, fuentes y charcas con una renovación continua de agua. Ocupa la franja altitudinal comprendida entre los 800 y los 2.100 metros. A escala mundial, la rana pirenaica se considera amenazada, según los criterios desarrollados por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), con la categoría de especie "en peligro".

La catalogación se debe a que su área de distribución es muy reducida, se encuentra fragmentada y la especie sufre un continuo declive de sus poblaciones. La mayor amenaza proviene de la pérdida de hábitat (ambiente ocupado por la rana), a la que contribuye el desarrollo del turismo de montaña y el incremento de las infraestructuras de transporte, las talas de bosques sin criterios de conservación, la alteración de los torrentes y la destrucción de sus riberas, generalmente por la construcción de pistas forestales.

La trucha común es un activo depredador de la rana pirenaica, que la elimina de los tramos donde coinciden las dos especies.