Donostia. El final del incómodo trayecto que los guipuzcoanos deben sufrir entre la A-8 y la zona del Hospital Donostia tocará a su fin en pocos meses. La nueva carretera que la Diputación de Gipuzkoa construye para evitar el paso por el barrio de Amara camino de los hospitales, el parque de Miramón y el polígono 27 se abrirá al tráfico en marzo de 2011, según avanzó ayer el diputado de Infraestructuras Viarias, Eneko Goia, quien explicó el desarrollo de las obras junto al director de Bidegi, Borja Jauregi.
En concreto, las personas que se dirijan a esa zona de Donostia desde Irun a través de la A-8 podrán acceder desviándose por Intxaurrondo-Garbera, donde tomarán la dirección de la rotonda de Martutene. Desde este punto iniciarán el nuevo trayecto que, por medio de dos túneles, les permitirá alcanzar la zona hospitalaria de forma directa, sin introducirse en el núcleo urbano de Donostia, por Amara.
Aquellos guipuzcoanos provenientes de municipios como Eibar o Zarautz a través de la autopista encontrarán un desvío antes de las instalaciones deportivas de Anoeta que les conducirá hasta el mismo Hospital Donostia. Los trabajos de este acceso son visibles para los conductores que transiten desde la A-8 ya que, desde hace meses, están colocadas las columnas que soportarán los viaductos de este vial.
Goia hizo hincapié en que la nueva infraestructura será una "minivariante de especial importancia" para Donostia porque va a suponer una "revolución de la movilidad" dentro de la ciudad y, fundamentalmente, en Amara.
extensión El vial, cuyo presupuesto alcanza los 55 millones de euros, se extenderá a lo largo de dos kilómetros, con inicio en la glorieta de Martutene, en la nueva autovía del Urumea. Desde ese punto, el trazado discurre por la estación de depuración de aguas de Loiola, asciende una de las laderas de la vaguada existente al final de la cual un túnel de 235 metros (Txiskuene) conectará con la zona de Illumbe.
Ya en este enclave, el viajero se encontrará con un enlace que le facilitará llegar a la zona del Hospital Donostia y Miramón o bien el retorno a la A-8.
Para ordenar los tráficos en esta zona se construirán dos viaductos de 395 y 184 metros de longitud, dos pasos superiores, otro inferior, así como ocho muros de contención.
Asimismo, para evitar las consecuencias sonoras se colocarán 250 metros cuadrados de pantallas antirruido, mientras que para amortiguar el impacto visual se colocarán 16.000 plantas.
Los trabajos de esta infraestructura ya han permitido ejecutar el 60% de los movimientos de tierra previstos, así como completar la excavación del túnel de Txiskuene y el revestimiento de uno de sus tubos. También está ejecutada y en servicio la rotonda de conexión con la nueva carretera construida junto al Hospital Donostia.
En los próximos meses, la actividad se centrará sobre los viaductos de conexión con la autopista, en las inmediaciones del velódromo de Anoeta. Los pilares y estribos de esta zona del vial ya están construidos, por lo que próximamente se colocarán las plataformas sobre las que se extenderá la carretera.
En el caso del viaducto que permitirá acceder a la zona del Hospital Donostia y Martutene desde la A-8, la plataforma se elevará mediante el empleo de grúas de gran potencia. Por su parte, el viaducto de salida desde la nueva carretera a la A-8 cruzará sobre la calzada de la autopista, que se elevará mediante el método de empuje a fin de que las afecciones al tráfico sean las menores posibles.