¡PELIGRO! una chica joven que se divertía en bares se enrolló con un chico y cuando se despertó le faltaban los riñones. Le drogaron y al despertarse estaba en una bañera llena de hielos. Le quedaban dos horas de vida. La típica leyenda urbana difundida por Internet que se cuenta también con los chinos, se sitúa en el centro comercial Arco de Donostia... pero esta tiene una peculiaridad: lleva la firma del gerente del hospital Quirón de Donostia. La similitud con las demás historias que se difunden por la red está en que es falsa y que es extremadamente alarmante.

El por qué alguien se molesta en difundir historias falsas es un misterio relacionado con la propia definición del ser humano. El mail en cuestión ni siquiera es portador de ningún código malicioso o virus. Además, utilizar este tipo de mensajes para recopilar direcciones de correos electrónicos activos ya está anticuado, ya que existen métodos más efectivos para conseguirlos.

Desprestigio

Rápida difusión

"Hoy en día lo habitual con este tipo de correos electrónicos suele ser conseguir el desprestigio de la entidad o divertirse dando detalles locales a las míticas leyendas urbanas para darles realismo", explica Vicente Díaz, manager del área de área de Inteligencia de la empresa S21Sec e-crime. "Hemos visto campañas de desprestigio de este tipo en grandes empresas y es complicado llegar al origen de las mismas", añade Díaz después de analizar este correo electrónico que se ha difundido a gran velocidad por las redes guipuzcoanas porque, según reza el comienzo del mail, "está firmado por el gerente del hospital Quirón de Donostia" y además añade su correo electrónico y teléfono real.

El afectado y supuesto firmante que es el que le da credibilidad a la información no quiere hacer declaraciones, se limita a decir que no conoce a Sandra -la supuesta víctima del robo de órganos-, que la información es falsa y que no quiere saber nada del asunto. Mientras, la información se extiende por la red.

Y es que la sociedad de la información en la que estamos inmersos y la cantidad de datos, historias y advertencias que se lanzan en Internet traen un nuevo problema: discernir entre la información real y la falsa. Cualquiera puede contar lo que quiera y según la habilidad de cada uno, conseguirá difundirla con mayor o menor acierto. Eco que no siempre se corresponde con la verosimilitud de lo que se cuenta.

Está bien prestar atención a los errores que presentan estos correos, porque una información en la que hay que tener cuidado con lo que pueda suceder en el parking subterráneo del Alcampo de Irun se cae por su propio peso, al carecer éste de más aparcamientos que el de superficie. Últimamente se ha puesto de moda ofrecer detalles locales a las leyendas urbanas que se difunden por todo el mundo. Pero la red también tiene sus propios recursos, ya que en la página web www.snopes.com se pueden contrastar las diversas leyendas urbanas que circulan por el globo.

Códigos maliciosos

Actualizar el sistema

Pero el peligro de estos correos electrónicos no radica sólo en la sensación de inseguridad infundada que puedan crear. Muchas veces estos mails contienen códigos maliciosos que roban información de los ordenadores ajenos e incluso consiguen cierto control remoto de los equipos infectados.

"Hay filtros, pero la realidad es que incluso logran infectar las páginas legítimas. El año pasado pasó con el New York Times", advierte Díaz. Pero también se pueden tomar medidas como tener el equipo actualizado con el sistema operativo y el antivirus también al día.

Y es que los que se dedican a infectar están muy preparados y al tanto de todo lo que les pueda resultar provechoso. Ejemplo de ello es la muerte de Michael Jackson que generó millones de correos electrónicos infectados e incluso enlaces del buscador Google que eran fraudulentos. "En cuanto sucede algo, sin que podamos verlo, accedemos a páginas con algún código que intenta explotar el equipo", añade Díaz que se dedica a la seguridad de la red y reitera que intentan "cerrarlos cuanto antes", pero no siempre llegan a tiempo.

La última moda para difundir virus son los archivos pdf que parecen transmitir mayor confianza entre los que navegan por la red. Lo mejor es no abrir enlaces raros o sospechosos y, sobre todo, no dar datos personales en Internet. Pero teniendo en cuenta que más del 90% de los correos electrónicos son spam "con que pique un 1% ya está", objetivo cumplido para lo que buscan ordenadores que controlar.

Lo más seguro, sin duda, informarse con las publicaciones de papel que, además, luego sirven para envolver el bocata.