Vitoria. La gripe A "sigue ahí", a pesar de que su incidencia se mantiene desde hace alrededor de un mes en niveles mínimos. Y su campaña de vacunación, también, aunque la "desconfianza" de la sociedad ante este proceso ya haya dejado de ser vox populi hasta convertirse en una reflexión pública del propio Departamento vasco de Sanidad.
El consejero del ramo, Rafael Bengoa, realizó ayer balance de lo que hasta ahora ha sido el desarrollo de la pandemia en Euskadi dejando a la vista un puñado de conclusiones: actuar con este celo tildado desde numerosos foros como excesivo servirá para estar "mejor preparados" ante nuevas situaciones de emergencia. La dotación económica para hacer frente al virus -superior a los cuatro millones de euros- ha sido "ajustada" al nivel de riesgo, en su opinión.
La teoría de la conspiración orquestada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las farmacéuticas no tiene "ningún crédito ni valor" y, de hecho, del mandato de la primera dependerá que se rebaje el nivel de pandemia: "Hasta entonces, seguimos con las antenas puestas", resumió Bengoa.
Y, quizá la más importante, que el nuevo virus ha dejado unas cifras irrisorias de afectación en la Comunidad Autónoma Vasca (CAV), asistencias e ingresos en comparación con lo inicialmente estimado por las autoridades sanitarias. La vacunación, que sólo ha cubierto hasta ahora al 22,6% de los grupos de riesgo, tampoco ha sido "la deseada".
Hasta ahora, sólo ha habido que lamentar siete muertes en el conjunto de la CAV (se trataba de pacientes con una media de 61 años), de las 630 previstas en el peor escenario "razonablemente posible"; de los 1.890 pacientes estimados que pasarían por la UCI, sólo lo han hecho efectivamente 74; 733 por las plantas de hospitalización, de los 12.600 estimados; 90.300 por las consultas de atención primaria de los 315.000 inicialmente previstos.
En cuanto al volumen de vacunación, cabe destacar la bajísima respuesta del personal sanitario y de los trabajadores de servicios esenciales, con una inmunización del 9,3 y el 2,5%, respectivamente. Los enfermos crónicos han alcanzado el 26,6%.
"Stock" sobrante Cifras que, a juicio del consejero de Sanidad, indican que algo ha fallado. Según expuso, en un futuro será necesario "restablecer la confianza de la población en la seguridad y efectividad de las vacunas", algo que, por ejemplo, no ha sucedido con la exitosa vacunación de la gripe estacional. "Mucha gente ha oído de todo y ha decidido no vacunarse", reconoció Bengoa.
¿Y qué pasará ahora con las vacunas y antivirales sobrantes? Es una de las preguntas que se hace la población estos días. En el primer caso, el Departamento de Sanidad esperará a cerrar la campaña para conocer cuántas vacunas de las adquiridas no ha inoculado. Por ahora, son más de 360.000, que podrían ser reutilizables en la campaña de vacunación de la próxima gripe estacional. La semana pasada se colocaron otras 500.
Otra parte, en un número que el consejero no especificó, será devuelta a la industria farmacéutica, porque existen cláusulas en los contratos de compra referidas a esta posibilidad. En cuanto a los antivirales, también podrán ser reutilizados para tratar en el futuro otro tipo de enfermedades, tal y como sucedió con la gripe aviar, con la que también se administró Tamiflú.
Posible fraude Rafael Bengoa, cuestionado sobre la investigación abierta por la Unión Europea (UE) para estudiar un posible fraude por parte de la OMS al elevar el nivel de alerta por la gripe, defendió la independencia de la entidad y, en ese sentido, recordó sus quince años de trabajo en la organización. El consejero remarcó que "gracias a la colaboración" con las firmas farmacéuticas "se han logrado erradicar enfermedades como la viruela o la polio; otra cosa distinta es que existan individuos dentro de la OMS que tengan una relación muy estrecha con las farmacéuticas, algo que tendrá que ser investigado", añadió Bengoa.