jurado popular en un crimen de pamplona

Pamplona. "Al principio no me hizo mucha gracia y eso que era la primera vez en la vida que me ha tocado algo", responde Ana, nombre ficticio de esta joven que al poco de cumplir la mayoría de edad se vio inmersa en uno de los tragos más largos de su vida: fue seleccionada como miembro de jurado popular de un crimen. Al menos, esta experiencia fue didáctica, ya que cuando Ana fue elegida para ser jurado popular era estudiante de 1º de Derecho. "Fue el primer juicio al que asistía. Para mí era todo nuevo y suponía acercarme al mundo que estaba estudiando, pero la verdad es que fue una experiencia tan positiva como dura. Muchos días después del juicio seguía dándole vueltas a la cabeza y no conseguía quitármelo", expone.

A Ana le llegó una notificación en 2002 que le informaba de que era una de los aproximadamente 1.500 navarros candidatos a jurado. Entonces leyó el folleto adjunto a la nota remitido por el Ministerio de Justicia, se empapó de sus funciones, derechos, obligaciones y posibles excusas a presentar, consultó los juicios con jurado popular que se habían celebrado en Navarra y, al comprobar que apenas se realizaban tres por año, se olvidó del asunto y lo dejó aparcado. No transcurrió demasiado tiempo hasta que Ana fue reclamada de nuevo como jurado. Los jurados no conocen hasta la fecha de inicio del juicio lo que tienen que juzgar.

Ana iba a ser juzgadora porque obviamente después del cuestionario de los abogados acabó siendo una de los nueve componentes del tribunal. "El magistrado nos explicó el caso y a mí me sonaba de haberlo leído en los periódicos, porque había sido un crimen en Pamplona". El juicio duró tres días, pero para Ana fueron como tres semanas. Se le hizo eterno.

"Cuando firmé el veredicto de culpabilidad se me vino todo encima. Me pequé una llorera que no te puedes imaginar. Quizá era porque tenía 18 años, pero ese momento es muy duro. Siempre piensas que si te equivocas la decisión tomada es muy seria". Con el paso de los días, a Ana le alivió que el magistrado en su sentencia estuviera conforme con la decisión del jurado. "Eso libera", concluye.