EL sector del motor parece ver el final del túnel. En agosto, las ventas de automóviles "aumentaron y superaron a las del año pasado en ese mes", asegura Iker Iriarte, del departamento de Ventas de Euskoauto, un concesionario de Elgoibar.

Este cambio tan brusco se debe a dos motivos. El primero es el conocido Plan 2000E, que establece que el Estado abona 2.000 euros a todo aquel que compre un coche de ciudad (que esté dentro de la lista que se propone) y entregue el antiguo al Gobierno. La segunda razón es que la gente tiene vehículos viejos y, ahora, está aprovechando la oportunidad para cambiarlos.

Aunque con los coches viejos, siempre queda la posibilidad del trabajo de los mecánicos que pueden incluso revivirlos. Aunque la crisis también ha llegado a ellos, por lo que muchos clientes "piden presupuestos y van haciendo los arreglos poco a poco", explica Laura Cortizo, de Etormobil, en Eibar.

Incluso con este panorama, los talleres parecen mantener "la misma cantidad de clientes, aunque quizá haya bajado un pelín, pero casi ni se nota", señala Cortizo. Lo mismo ha ocurrido con las revisiones. Los propietarios no descuidan su seguridad y, por ello, "hacen los chequeos al día, sin retrasos", cuenta.

La situación en el mundo de las motos es bien diferente, ya que estos vehículos están sufriendo las consecuencias de la crisis. "Las ventas han caído mucho", según señala Ana Munduate, de Zuremoto, en Lazkao.

Para evitar comprar hay que mimar la moto. En tiempos de crisis, "los conductores las traen mucho a reparar para prevenirse de tener que adquirir una nueva", afirma Munduate. Ahora bien, "el mantenimiento propio de la motocicleta (revisiones, cambios de aceite...) se hace en periodos más espaciados" que hasta ahora, precisamente, para rascar unos eurillos.

Gracias al afán que algunos usuarios tienen en que sus vehículos duren hasta el último suspiro, los talleres "se han mantenido muy bien", explica Munduate, no como las ventas.

desguaces

Piezas de segunda mano

A quien el mecánico le parezca una opción todavía muy cara le queda todavía otra alternativa. Si en un taller cobran un precio excesivo por una pieza nueva, siempre queda hacer una visita al desguace, donde hay ruedas hasta por diez euros.

Ésta es la opción que toman muchas personas. Sin embargo, a causa de la crisis "no se compra más" en estos cementerios, aunque sí "mantienen las ventas", aseguran desde el de Lezo. Lo que sí ha aumentado "es la cantidad de visitas", asegura Jon Yun, desde Iyunbe, en el municipio de Legazpi. Y es que "la gente que antes adquiría todo en el taller, ahora mira más el dinero", indica.

Las piezas que más se venden en estos lugares son las pequeñas, cuyo precio "oscila entre los 10 y los 40 euros", dice Yun. Por ejemplo, "hay quien necesita una batería y se la lleva por unos quince euros".

Los coches nuevos ahora también se compran con otro criterio. Cuando el propietario se deshace del vehículo mira los requisitos para beneficiarse del Plan 2000E, por lo que se hacen con "automóviles pequeños y que contaminan muy poco", indica Iker Iriarte.

Uno de los coches que más éxito tiene en Euskoauto "es el Toyota Prius", explica. Este modelo utiliza un motor híbrido y cuesta alrededor de 23.000 euros, a los que después hay que descontar la ayuda del Gobierno.