enar tarde, menos de dos horas antes de acostarse, aumenta en un 50% el riesgo de padecer diabetes. Según explica la catedrática de la Universidad de Murcia, Marta Garaulet, "cenar a una hora muy cercana al momento de meterse en la cama afecta a la tolerancia de la glucosa, especialmente en aquellas personas con una variante genética de riesgo en el receptor de la melatonina denominada MTNR1B".

Eso ocurre, según la responsable de la investigación, porque la melatonina endógena que se genera durante la noche cuando se acerca la hora del sueño, está implicada en las alteraciones de la glucosa que se producen en el metabolismo. Las personas que además tienen la variable genética mencionada, en torno a la mitad de la población del Estado, presentan una menor secreción de insulina por el páncreas cuando comen tarde por la presencia de esa melatonina.

Los resultados sugieren que en presencia de alimentos la melatonina provoca que el páncreas reduzca la producción de insulina, lo que hace que aumente el nivel de azúcar en sangre.

Por cena tardía se considera aquella que se hace unas dos horas antes de irse a la cama, ya que el cuerpo comienza a producir melatonina una media hora antes de dormir.

La principal novedad del estudio es que se ha logrado establecer la relación entre el funcionamiento de la insulina del páncreas y la melatonina.