La alimentación es uno de los pilares fundamentales para mantener una buena salud. Los nutrientes que comemos diariamente influyen en el funcionamiento de todos los sistemas del cuerpo: el cardiovascular, el inmunológico, el digestivo y, por supuesto, el visual.

Una dieta equilibrada no solo mejora la calidad de vida y previene enfermedades, sino que también protege la vista frente al envejecimiento y los daños causados por el entorno.

Una dieta rica en frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, proteínas magras y grasas saludables proporciona al organismo los micronutrientes necesarios para un correcto funcionamiento. Las vitaminas A, C, D y E, junto con minerales como el zinc, el selenio o el magnesio, desempeñan un papel esencial en la regeneración celular y en la protección frente al estrés oxidativo.

El consumo regular de antioxidantes naturales ayuda a combatir los radicales libres, moléculas inestables que pueden dañar las células y acelerar el envejecimiento.

Además, una correcta hidratación y el equilibrio en la ingesta de azúcares y grasas contribuyen a mantener un peso saludable y reducir el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes o la hipertensión, factores que también afectan indirectamente a la salud ocular.

Alimentación y salud ocular

Los ojos son órganos muy sensibles al estrés oxidativo y a la falta de nutrientes.

Algunos componentes de la dieta tienen una función protectora directa sobre ellos.

La vitamina A, por ejemplo, es esencial para la visión nocturna y la salud de la retina; su déficit puede provocar sequedad ocular o incluso ceguera.

Por su parte, los ácidos grasos omega-3, presentes en el pescado azul, las semillas de chía o las nueces, contribuyen a mantener una película lagrimal estable y a prevenir el síndrome del ojo seco.

Otros nutrientes, como la luteína y la zeaxantina, pigmentos vegetales que se encuentran en la yema de huevo, las espinacas o el maíz, protegen la mácula del daño causado por la luz azul y los rayos ultravioleta.

De hecho, diversos estudios han demostrado que una dieta rica en estos compuestos reduce el riesgo de padecer degeneración macular asociada a la edad (DMAE) y cataratas.

Variedad de vegetales

¿Puede la alimentación curar la miopía?

A pesar de todos los beneficios mencionados, es importante aclarar que la alimentación no puede curar la miopía.

La miopía es un defecto refractivo causado por una alteración en la forma del globo ocular o en la curvatura de la córnea, lo que provoca que las imágenes se enfoquen delante de la retina y no sobre ella.

Este problema tiene una base principalmente genética y estructural, y no se corrige con la dieta.

Sin embargo, una buena alimentación puede ayudar a ralentizar el deterioro visual y mantener la salud ocular general, especialmente cuando se combina con buenos hábitos como el descanso visual, la reducción del tiempo frente a pantallas y las revisiones oftalmológicas regulares.

Clave para prevenir enfermedades

La alimentación es una poderosa aliada para preservar la salud y prevenir enfermedades, incluidas las oculares. Si bien no puede revertir defectos refractivos como la miopía, puede fortalecer la vista y retrasar la aparición de patologías degenerativas.