La alcachofa es un tesoro de la huerta, tierno y lleno de matices, que nos invita a volver a los fogones con recetas que respetan el producto y celebran su sabor natural. En esta propuesta, las alcachofas frescas se unen a las almejas en un encuentro perfecto entre tierra y mar.
Ingredientes
- 8 alcachofas frescas
- 500 g de almejas (babosa o fina)
- 3 dientes de ajo
- 2 cucharadas de harina
- 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 limón
- Unas ramas de perejil fresco
- Sal al gusto
Elaboración
Retirar las hojas exteriores más duras de las alcachofas hasta llegar a las más tiernas. Cortar las puntas y partir cada una por la mitad o en cuartos, según su tamaño. Ir sumergiéndolas en un bol con agua fría y medio limón exprimido. Este paso es fundamental para evitar que se oxiden y se oscurezcan.
Llevar a ebullición una cazuela con agua y una pizca de sal. Cocer las alcachofas durante unos 15 - 20 minutos, hasta que estén tiernas pero mantengan su forma. Escurrir con cuidado y reservar.
Por otro lado, en una sartén amplia o cazuela baja, calentar el aceite de oliva a fuego medio. Añadir los ajos picados finamente y sofreír hasta que empiecen a dorarse ligeramente, cuidando de que no se quemen.
Incorporar las alcachofas cocidas al sofrito y rehogar unos minutos, moviendo con suavidad para que se impregnen del sabor del aceite y el ajo.
Para espesar la salsa, espolvorear la harina sobre las alcachofas y remover durante un minuto para que se tueste un poco, lo justo para eliminar el sabor a crudo. Añadir un vaso pequeño del caldo de cocción (o agua caliente) y mezcla hasta que se forme una salsa ligera y homogénea.
Añadir las almejas previamente lavadas. Tapar la sartén y dejar cocinar unos minutos, hasta que se abran con el vapor y suelten su jugo, que se integrará con la salsa.
Espolvorear perejil fresco picado, remover suavemente y dejar cocer uno o dos minutos más para que todos los sabores se mezclen. Servir las alcachofas bien calientes, acompañadas de su salsa y las almejas abiertas por encima.
Consejo: si se desea, añade una copita de vino blanco seco antes de incorporar las almejas. Aportará un toque aromático y realzará el sabor de la salsa.