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¿Por qué solemos enfermar antes de las vacaciones? Lo que debes hacer para evitarlo

Llegar a tus vacaciones en buen estado no es cuestión de suerte, sino de hábitos

¿Por qué solemos enfermar antes de las vacaciones? Lo que debes hacer para evitarloFreepik

Lasvacacionesson ese momento del año que todos esperamos con ansias: días libres para desconectar, viajar o simplemente descansar.

Sin embargo, no es raro que justo antes de disfrutar de ese merecido descanso, aparezcan molestias, resfriados o incluso enfermedades más serias que pueden arruinar los planes. Este fenómeno, ocurre porque el cuerpo y la mente pasan de un estado de estrés y actividad intensa a uno de relajación, y esa transición puede debilitar el sistema inmunitario. Afortunadamente, existen medidas que puedes tomar para minimizar el riesgo y llegar a tus vacaciones con energía y buena salud.

Mantén una rutina de sueño regular

En las semanas previas a tus vacaciones, es común alargar las jornadas laborales para dejar todo listo. Este sobreesfuerzo suele ir acompañado de menos horas de sueño, lo que afecta directamente a las defensas del organismo.

Dormir entre 7 y 8 horas diarias no solo te ayudará a recuperarte físicamente, sino que también reducirá el estrés y mejorará tu capacidad de concentración. Intenta acostarte y levantarte a la misma hora, incluso los fines de semana.

Refuerza tu sistema inmunitario con la alimentación

La dietajuega un papel crucial en la prevención de enfermedades. Aumenta el consumo de frutas y verduras ricas en vitamina C (como cítricos, kiwi o pimientos), incorpora alimentos con zinc (mariscos, legumbres, frutos secos) y apuesta por los probióticos presentes en yogures o kéfir para cuidar la flora intestinal, que es parte clave del sistema inmunitario.

Evita, en la medida de lo posible, el exceso de ultraprocesados y azúcares que pueden provocar inflamación y debilitar las defensas.

Controla el estrés antes de salir

El estrés crónico eleva el cortisol en sangre, lo que puede suprimir la función inmunitaria y hacerte más vulnerable a infecciones.

Dedica unos minutos cada día a actividades relajantes como meditar, dar un paseo al aire libre o escuchar música.

Planificar tu trabajo con antelación, delegar tareas y no dejarlo todo para última hora también reducirá la presión y te permitirá irte más tranquilo.

Una mujer pone música desde la tablet.

Mantente activo, pero no te sobreentrenes

El ejercicio moderado mejora la circulación, reduce el estrés y fortalece el sistema inmune.

Sin embargo, en la recta final antes de las vacaciones, evita entrenamientos excesivamente intensos que puedan dejarte fatigado o provocar lesiones. Una buena combinación es alternar sesiones suaves de cardio, algo de fuerza y actividades de bajo impacto como yoga o natación.

Vigila los cambios de temperatura

En verano, pasar de un ambiente caluroso a una oficina o vehículo con aire acondicionado a baja temperatura puede favorecer resfriados y problemas respiratorios.

Llevar una chaqueta ligera o un pañuelo y mantener una hidratación adecuada son pequeños gestos que marcan la diferencia.

No descuides la higiene

La prevención de enfermedades infecciosas pasa por mantener buenos hábitos de higiene, como lavarse las manos frecuentemente, sobre todo antes de comer o después de usar transporte público.

Si viajas en avión o tren, lleva siempre contigo un gel desinfectante y evita tocarte la cara con las manos sucias.

Atiende las señales de tu cuerpo

Si notas los primeros síntomas de malestar (dolor de garganta, cansancio extremo, dolor de cabeza), no los ignores. Descansar, hidratarte bien y, si es necesario, tomar medidas preventivas puede frenar el avance de la enfermedad.