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Adiós a los sofocos: los alimentos que regulan la temperatura corporal

Las olas de calor exigen que cuidemos más que nunca nuestra alimentación

Adiós a los sofocos: los alimentos que regulan la temperatura corporalRuben Plaza

Agosto está siendo especialmente caluroso en Gipuzkoa. Las olas de calor se han vuelto cada vez más frecuentes e intensas debido al cambio climático, y este 2025 se está notando más que otros años.

Estas situaciones extremas no solo resultan incómodas, sino que suponen un riesgo para la salud, especialmente en niños, personas mayores y quienes padecen enfermedades crónicas. Ante temperaturas elevadas, nuestro organismo activa sus mecanismos de termorregulación para mantener una temperatura interna estable, siendo la sudoración uno de los más importantes.

El sudor permite liberar calor, pero conlleva una pérdida considerable de agua y sales minerales esenciales como sodio, potasio y magnesio. Si no reponemos estos elementos, nuestro equilibrio hidroelectrolítico se altera, lo que puede provocar fatiga, calambres, mareos, confusión mental e incluso complicaciones graves como un golpe de calor, que requiere atención médica inmediata.

La hidratación es fundamental

Para prevenir estos problemas, la hidratación es clave. No debemos esperar a tener sed para beber, ya que esta sensación es un signo tardío de deshidratación.

El agua es la mejor opción, pero también podemos recurrir a infusiones frías, caldos ligeros o bebidas isotónicas, especialmente si hemos sudado mucho. Evitar el exceso de alcohol, café o refrescos azucarados es importante, ya que pueden favorecer la deshidratación.

Una recomendación práctica es mantener siempre una botella de agua a mano y beber un trago cada 20 minutos, aunque no tengamos sed.

Frutas de temporada: hidratación y nutrientes

En los meses más calurosos, las frutas de temporada son aliadas indispensables para combatir el calor. Sandía, melón, melocotón, higos y ciruelas destacan por su elevado contenido de agua, fibra, vitaminas y minerales.

La sandía, compuesta en un 92% por agua, hidrata de forma natural y aporta citrulina, un aminoácido que favorece la circulación sanguínea.

El melocotón y las ciruelas, además de refrescar, ayudan a regular el tránsito intestinal, que en verano puede alterarse por el calor, los cambios de rutina o los viajes.

Las fresas e higos, por su parte, aportan antioxidantes y compuestos bioactivos que contribuyen a proteger nuestras células del estrés oxidativo asociado a las altas temperaturas.

Sandía sin pepitas

Hortalizas con alto contenido hídrico

No solo las frutas cumplen un papel clave: las hortalizas con alto contenido de agua también ayudan a mantener el equilibrio hídrico del cuerpo.

El pepino, con un 97% de agua, es uno de los más eficaces para rehidratarse. El tomate, además de agua, aporta licopeno, un potente antioxidante que protege frente al daño solar. El calabacín, versátil en la cocina, combina hidratación con fibra y minerales.

Estas verduras pueden incorporarse fácilmente en ensaladas, gazpachos, cremas frías o como guarnición ligera, ayudando a refrescar el organismo y a reponer nutrientes perdidos con la sudoración.

El pepino es una excelente fuente de vitaminas

Ideales para prevenir problemas de salud

Las olas de calor exigen que cuidemos más que nunca nuestra hidratación y alimentación.

Beber con regularidad, elegir frutas y verduras ricas en agua y minerales, y evitar los excesos que favorezcan la pérdida de líquidos, son estrategias sencillas que previenen problemas de salud. La naturaleza nos ofrece en verano alimentos que, además de refrescarnos, protegen y fortalecen nuestro cuerpo para afrontar las altas temperaturas con energía y bienestar.